El objetivo de esta investigación ha sido analizar las conductas de riesgo al volante conjugando las perspectivas estructural y procesual. En concreto, hemos querido estudiar el papel de la personalidad y la ira en la explicación del comportamiento del conductor. Además, hemos querido comprobar en qué medida estas variables influyen en el proceso de toma de decisiones que lleva a cabo el conductor cuando se halla al volante de un automóvil y analizar sus relaciones con los hábitos de consumo de alcohol. Para ello, realizamos tres estudios con tres muestras diferentes. El primer estudio, de carácter exploratorio, fue llevado a cabo con una muestra de mujeres universitarias. Nuestro objetivo era reflexionar sobre el carácter situacional de la ira y examinar su relación con las variables de personalidad. En un segundo estudio ampliamos la muestra con conductores procedentes de la población general y un pequeño grupo de penados por delitos de tráfico e incorporamos otras variables que no habían sido consideradas en el primer estudio (e.g., consumo de alcohol, antigüedad del permiso de conducir y media anual de kilometraje). En el último estudio empleamos una muestra de jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años y nos centramos en una conducta de riesgo concreta, el consumo de alcohol al volante. Nuestro objetivo era analizar el papel de las variables de los modelos de conducta de salud en la explicación de las conductas de riesgo al volante pero incluyendo, además, otras variables como la personalidad y los sesgos cognitivos con el fin de determinar si éstas contribuyen a incrementar la capacidad predictiva de ese modelo de corte más racional. Los resultados indican que existen importantes diferencias de género en las variables de personalidad analizadas, en el nivel de ira experimentado al volante, así como en la forma de expresar ese enfado y en el incumplimiento de las normas de tráfico. Además, hemos constatado la importancia de la búsqueda de sensaciones y la ira al volante en la explicación del comportamiento infractor del conductor. La autoeficacia percibida, las normas de los amigos y las percepciones sesgadas sobre los riesgos y los beneficios de la conducta son también buenos predictores de la conducta DUI. Asimismo, hemos confirmado la existencia de diferencias entre los conductores de la población general y los condenados por delitos contra la seguridad vial. Los resultados se discuten a la luz de su importancia a la hora de diseñar programas de prevención e intervención en el campo de la seguridad vial.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados