INTRODUCCIÓN: La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la obesidad una epidemia mundial, afectando especialmente a la población infanto-juvenil. A pesar de que las Administraciones Públicas afrontan el problema mediante estrategias bien consolidadas, en los programas existentes diseñados para combatir esta epidemia se ha detectado que existe una ausencia de la valoración del entorno social del niño. En población adolescente, el valorar este entorno social puede ser una de las claves para aumentar el éxito de las estrategias ya existentes.
OBJETIVO: La tesis plantea por un lado un estudio de factores influyentes de la sobrecarga ponderal, y por otro un análisis de la red social del joven como punto de partida, para conocer su patrón relacional y poner en conocimiento sus debilidades y los puntos en los que se debería intervenir.
METODOLOGÍA: Estudio descriptivo transversal en el que se ha realizado una estimación del riesgo (O.Ratio) de padecer sobrecarga ponderal. Los contactos sociales se han estudiado desde una perspectiva sociocéntrica, según la metodología del SNA (Social Network Analysis) y con el programa informático UCINET. Se consiguió una muestra de 235 niños de entre 14 y 18 años, de 5 colegios de la ciudad de Ponferrada (León), clasificados con normopeso, sobrepeso u obesidad según los estándares de referencia de la OMS, divididos en 11 redes diferentes a estudio. Se midió la frecuencia de contactos con escala Likert: Desde “no coincidimos nunca” hasta “estamos siempre juntos” para posteriormente estudiar tres intensidades de contacto: “Conocidos”, “Compañeros” y “Amigos”.
RESULTADOS: La prevalencia de sobrecarga ponderal hallada en este estudio fue de un 30,2% de sobrecarga ponderal, correspondiendo el 25,5% a individuos con sobrepeso y un 4,7% a los que padecen obesidad. Los principales resultados obtenidos en cuanto a factores asociados con la sobrecarga ponderal, ponen de manifiesto que el ser de nivel socioeconómico bajo-medio, del sexo masculino y estar en las franjas de menor edad aumentan el riesgo de padecer la obesidad. A pesar de no encontrar relación significativa entre el tipo de colegio, la alimentación, el ejercicio físico y las actividades sedentarias y la sobrecarga ponderal (sobrepeso + obesidad), hemos podido comprobar que los adolescentes poseen información suficiente sobre los hábitos saludables, siendo los afectados de exceso de peso los que menos productos obesogénicos consumen, y en el caso del sexo femenino, las que mayores cantidades de actividad física realizan. En relación al Análisis de Redes Sociales, se ha estudiado cómo se relacionan nuestros jóvenes en función de su género, de la calidad de la alimentación, de si realizan deporte grupal (fútbol, baloncesto, rugby, balonmano, vóley y hockey) o no. De igual forma se ha analizado cómo los afectados de sobrecarga ponderal, establecen sus lazos con los demás. Los resultados obtenidos son los siguientes: las mujeres son más sociables que los varones; los adolescentes (sobretodo varones y también con sobrecarga ponderal) que tienen peor calidad en su alimentación, están peor relacionados; el realizar deporte grupal reporta un beneficio social diferente en función del género; y la forma que tienen de relacionarse los jóvenes afectados de sobrecarga ponderal, les conduce al aislamiento.
Conclusiones: En el ámbito geográfico de estudio se tiene un problema grave de sobrepeso y obesidad infantil. Puesto que parece que los jóvenes ya tienen información suficiente, la clave es encontrar cómo cambiar su comportamiento. La red social del adolescente debería tenerse en cuenta a la hora de diseñar estrategias de intervención de sobrecarga ponderal en población adolescente. Otros aspectos, como un análisis desde la perspectiva de género, podrían ser considerados como factores a tener en cuenta para intervenciones que tengan como fin combatir esta pandemia.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados