Este Trabajo de investigación parte de la idea de que la filosofía de Nietzsche, de un modo general, responde al desarrollo de una intuición básica que se manifesta en toda su obra. Desde sus primeros textos, hasta los más maduros, Nietzsche reflexiona sobre la ineludible tensión que subyace al devenir y al desarrollo de la vida, de todo lo vivo. La radicalización de su "crítica a la metafísica" expresaría su renuncia a apresar, a representar, aquellos elementos, supuestamente últimos, que constituyen la tensión constitutiva del mundo como devenir, sin renunciar, por ello, a hacerse cargo dicha tensión. El objeto de investigación de este Trabajo será, pues, el planteamiento nietzscheano de los procesos de diferenciación, en tanto que son el lugar en el que se conforma la identidad, y siendo crítico, por tanto, con una noción como la de diferencia originaria de los elementos puestos en juego. Dicha diferenciación, entanto que condición de posibilidad del pensamiento y de la vida, deberá ser entendida como una tensión diferencial relacional, de manera que podemos afirmar que los elementos que constituyen la relación sólo "son" -en el sentido fuerte de este témino- es decir, sólo se conforman en tanto que relacionales o, lo que es lo mismo, sólo alcanzan algún grado de realidad en tanto que "formando" parte de la relación. Éste será precisamente el lugar en el que se instalará el Nietzsche "crítico de las culturas", al determinar el valor que tienen "para la vida" ciertas representaciones idealizadas en la forma de valores -y las prácticas que les acompañan-, es decir, en relación a lo que, a su juicio, mejor define la vida: la superación, en su doble dimensión, de afirmación y de crecimiento. En nuestro caso, hemos conducido estas reflexiones al ámbito antropológico, que ha apuntado tradicionalmente a la conciencia en la forma del conocimiento y la libertad como las únicas notas de la abierta esencia perfectible de lo humano. El desarrollo de la vida del hombre dependerá de la representación que éste se haga de su propia vida y de sí mismo, es decir, de la opción elegida entre las diferentes maneras de "hacernos" con la vida, que funcionan en la forma de una representación social asumida de manera acrítica, que se inscribe en las prácticas particulares de cada cultura "incorporadas" en cada uno de los individuos por medio de la educación y los procesos de socialización.
Ayudados por varios textos clave de la obra de Nietzsche, mostramos cómo su proyecto transvalorador tiene como fin restituir "todo" lo humano en el ámbito del pensamiento, o de la filosofía, pero, como decimos, para articularlos, nuevamente, conformando una nueva figura elevada de lo humano, reintroduciendo todos aquellos elementos excluidos por el discurso metafísico, a partir de una noción ampliada de corporalidad o de una renaturalización del hombre, expresada en la forma de su proyecto de "elevación del tipo hombre". Sólo desde este trabajo de relectura es posible, pues, una nueva interpretación de nociones tan comprometidas como las de "jerarquía, "esclavitud" o "cría", pueden ser dotadas con un nuevo sentido filosófico, contribuyendo a explorar las complejas relaciones entre la identidad y el poder en los ámbitos de la filosofía y de la tería política. En este sentido, el reto ha sido articular una política en cuyo centro no se sitúe una única identidad estable, fija, sino un conjunto de identidades fluidas y plurales, que nos ayude a repensar cuestiones como, por ejemplo, la igualdad -entendida como procesos de igualación- en el seno de las sociedades democráticas. Este Trabajo de investigación se entra en dos grandes bleques de textos. El primer y más importante grupo recoge los textos publicados por Nietzsche entre 19885 y 19887. El segundo corresponde a las anotaciones de trabajo -conocidos como Fragmentos póstumos- en esos mismos años. El Trabajo se divide en cuatro capítulos: 1.- El proglema de la moral, la moral como problema. Antecedentes para una
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