A través de la presente tesis se ha pretendido contribuir a la necesidad detectada en el ámbito de la justicia juvenil, de mejorar las estrategias de abordaje que permitan minimizar el riesgo de conductas desviadas futuras, contribuyendo de este modo a la disminución del riesgo de reincidencia y su victimización asociada.
Se ha elaborado una revisión teórica sobre los modelos explicativos existentes sobre la conducta infractora, desde aquellos que le otorgan un cariz pasajero considerando este fenómeno como evolutivo, hasta los que han tratado de subdividir a aquellos menores implicados en conductas delictivas en base a características de personalidad, su clasificación diagnóstica, la gravedad de la conducta o la estabilidad de la misma.
Los objetivos generales establecidos para el desarrollo de esta tesis han sido el describir e identificar los factores de riesgo asociados a la reincidencia delictiva en los menores infractores de la Comunidad de Madrid, el comprobar la capacidad del inventario de Gestión e Intervención con Jóvenes (IGI-J) para discriminar los distintos tipos de reincidencia delictiva entre los menores infractores, el desarrollar un modelo explicativo de la reincidencia delictiva en este tipo de población y el analizar la evolución de los factores de riesgo dinámicos en función del historial delictivo de los menores infractores.
Entre los resultados obtenidos destacan la confirmación de la prueba clínico-actuarial IGI-J como adecuada de cara a valorar el riesgo de reincidencia delictiva, especialmente en el caso de los menores infractores más violentos.
Se ha podido valorar la influencia de cada uno de los factores de riesgo estudiados (historial delictivo, familia, escolarización, grupo de iguales, consumo de drogas, ocio y tiempo libre, personalidad y conducta y valores y creencias) y se ha podido establecer su influencia concreta sobre el riesgo de emisión de conductas delictivas. Se ha elaborado un modelo estructural explicativo basado en estos factores, que se han podido agrupar en factores individuales (historial delictivo, personalidad, actitudes y consumo de drogas) y en factores sociales (familia, escuela, grupo de iguales y ocio y tiempo libre), siendo capaz de predecir algo mejor la reincidencia los primeros pero sin diferencias estadísticamente significativas.
Finalmente, a través de la evolución de los factores de riesgo durante las medidas judiciales que se estaban ejecutando, se ha podido demostrar la disminución de la totalidad de los factores de riesgo estudiados, confirmando de este modo la eficacia de los tratamientos llevados a cabo y su importancia de cara a la disminución de la posibilidad de reincidencia futura.
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