La tesis doctoral ¿El Manicomio Nacional de Leganés en el primer tercio del siglo XX (1900-1931): organización asistencial, aspectos demográficos, clínicos y terapéuticos de la población internada¿ tiene como objetivo principal estudiar las características de la asistencia psiquiátrica en el Manicomio de Leganés en el periodo comprendido entre los años 1900 y 1931. La hipótesis planteada es que el funcionamiento institucional del Manicomio durante las tres primeras décadas del siglo XX no fue ajeno a la situación socio-económica y política del país; sin embargo, las numerosas ampliaciones y reformas que se hicieron para modificar su carácter benéfico asilar y custodialista, aspiraron a convertirlo en una institución más cercana a los estándares de la disciplina psiquiátrica de dicho periodo. Para contrastarla, se utilizan las fuentes del Archivo de la propia institución (historias clínicas y todo tipo de documentación anexa) y fondos de otros archivos como el Archivo Histórico Nacional o el Archivo General de la Administración, entre otros. Así mismo, se ha trabajado con fuentes impresas para conocer la producción teórica de dicha época, el diario oficial Gaceta de Madrid, para entender el marco legislativo, y la prensa de la época para acercarnos al contexto histórico. Por último, se ha revisado la bibliografía secundaria que estudia la historiografía psiquiátrica de finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. La metodología utilizada toma elementos de la historiografía tradicional, epidemiología histórica, historia social de la medicina, historia institucional o historia de las ideas. Se recurre también a metodología cuantitativa -estudio descriptivo, retrospectivo de serie de casos con un tamaño muestral de N=1041 ingresos producidos entre 1900 y 1931- para fundamentar las conclusiones.
En el Manicomio de Leganés se triplicaron los plazos máximos de observación establecidos en el Real Decreto de asistencia a los alienados del 19 de mayo de 1885, vigente hasta 1931. La organización interna estaba sujeta al Reglamento Orgánico para el Régimen y Gobierno Interior del Manicomio de Santa Isabel, de 1885, que establecía 200 plazas, cifra superada a partir de 1917, sobre todo a costa de los pensionistas, aproximándose a los 300 internados en 1931. El número y especialización de facultativos aumentó en el primer tercio del siglo XX, de manera que, Santa Isabel contó con una ratio de médicos y ¿enfermeros¿ por paciente mayor que la de otros establecimientos psiquiátricos españoles. Entre los clínicos destaca José Salas y Vaca, Jefe Facultativo de la institución entre 1911 y 1929, cuya obra Los Degenerados en Sociedad es un ejemplo de aplicación de la teoría de la degeneración en la práctica médica. Durante el periodo que este neuropsiquiatra trabajó en Leganés, se impulsaron sustanciales reformas en la institución, nombrándose a Enrique Fernández Sanz como médico consultor que, a partir de 1924, ejercería como jefe facultativo en funciones.
Las historias clínicas contienen una amplia variedad de documentos de carácter clínico, administrativo, judicial, etc., entre los que sobresalen, los escritos realizados por los propios pacientes. Si bien se cumplió el procedimiento de ingreso que establecía la ley, las altas no fueron comunicadas de manera sistemática a la Dirección General o a la Alcaldía, tal y como establecía el Decreto. No obstante, gran parte de la población permaneció en la institución hasta su fallecimiento. El progresivo abandono de la terminología francesa en favor de la germana fue un proceso lento y caracterizado por la coexistencia de ambas nosografías durante todo el periodo de estudio. Por último, el carácter custodial de la institución se tradujo en pobres y escasas anotaciones de cuestiones terapéuticas, siendo las más frecuentes la hidroterapia y la terapéutica por el trabajo. Además se introdujeron, si bien de forma discreta, los métodos piretoterápicos y los barbitúricos.
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