Este trabajo busca de un lado reflexionar sobre los porqués, las razones de ser, de la educación para la paz. De otro analiza el pedir y dar razones, o el cuestionamiento, como su principal objetivo: educar para la búsqueda de los porqués de nuestra realidad y más específicamente del conocimiento formal.
Justificamos el cuestionario como condición indispensable para la realización de seres humanos interdependientes en su necesidad de reconocimiento mutuo. Definimos así tal proceso, o una relación dialógica, como un proceso social y colectivo que permite la construcción o producción del sentido de una realidad y la expresión de la singularidad de cada uno de los involucrados. La justificación del valor político de una relación dialógica tiene finalmente el objetivo de fundamentar nuestra alternativa de educación para la paz que identificamos también con una educación para la ciudadanía mundial. Tal alternativa se refiere a la formación discursiva de la voluntad o la formación colectiva de la voluntad individual, esto es, educar dialógicamente para un dar y demandar razones involucrando idealmente a todos los seres humanos.#
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