En esta memoria doctoral se ha estudiado la influencia que un cambio climático puede tener en la vegetación de Castilla y León.
Primeramente se ha analizado la situación bioclimática actual existente en Castilla y León siguiendo la clasificación bioclimática propuesta por Rivas-Martínez y mediante la elaboración de los mapas de bioclimas, termotipos y ombrotipos para cada una de las 9 provincias de la Comunidad y a escala 1:200.000; reconociéndose un total de 20 unidades bioclimáticas diferentes.
A continuación se ha analizado la evolución experimentada por los valores medios de temperatura y precipitación a nivel mensual, estacional y anual durante un periodo de observación de 37 años (1961-1997) y para un total de 171 observatorios meteorológicos de los que 137 presentaban un macrobioclima Mediterráneo y 34 un macrobioclima Templado.
Se han establecido tres niveles de estudio diferentes: "provincial", "regional" y "conjunto".
Se aplicaron distintos test estadísticos para determinar el signo y la magnitud de las tendencias de los parámetros estudiados.
La realización de dicho análisis ha demostrado que el signo de las tendencias ha sido coincidente en los tres niveles estudiados y en los dos parámetros considerados. La precipitación ha tendido a incrementarse durante el periodo de observación en los meses de diciembre, mayo, julio, agosto y octubre y ha disminuido en el resto de meses del año. Han destacado los meses de marzo y mayo como estadísticamente significativos al aplicar el test de Mann-Kendall a las correspondientes series de datos. A nivel estacional la precipitación tiende a disminuir en inverno, primavera y otoño y a incrementarse en el verano. Anualmente se ha constatado un descenso de 0.91 mm/año.
En las temperaturas se han apreciado incrementos en los mesdes de diciembre, enero, febrero, marzo, agosto y noviembre. Estacionalmente las temperaturas se incrementan en invierno, prima
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