La lucha entre las potencias europeas por controlar el litoral que rodea el golfo de México tuvo como como consecuencia el deseo de emprender toda una serie de expediciones desde el siglo XVI que derivaron finalmente en el establecimiento de una colonia francesa en lo que hoy es Texas. Tras el fracaso de La Salle a finales del siglo XVII, los españoles comprendieron la necesidad de ocupar aquel territorio. Se decidió llevar a cabo un proyecto misional en el este de lo que hoy es el este de Luisiana, de modo que se creyó conveniente establecer a medio camino con Coahuila una nueva misión y un nuevo presidio. De esta manera surgió el presidio de San Antonio de Béjar, junto a la misión Franciscana de San Antonio de Valero en 1718.
Gradualmente este presidio fue adquiriendo más importancia dentro de aquella provincia. En 1719 representó el enclave desde donde retomar el control de la provincia que había caído en manos de los franceses. Esta circunstancia tuvo como resultado que el marqués de Aguayo decidiese implantar más misiones bajo su protección. A su vez aquellas misiones le confirieron la importancia necesaria para que en 1731 fuera elegido aquel lugar como la ubicación idónea para desarrollar el proyecto de importar colonos desde Canarias con el objetivo de implantar una villa en Texas y más misiones. Todo este conjunto alrededor de San Antonio adquirió la entidad suficiente para que en 1773 el presidio fuera designado como la capital administrativa de Texas. No obstante durante todos estos años se desarrolló una constante lucha por su supervivencia.
Con los nativos San Antonio tuvo que medir sus fuerzas, llegando casi siempre a su límite y peligrando a lo largo del siglo XVIII en varias ocasiones su propia permanencia. A finales de siglo fue testigo del resultado de la labor diplomática que permitió finalmente otorgar un breve periodo de paz a la provincia.
Como presidio dentro del septentrión novohispano fue evaluado en 3 ocasiones: en 1727 por Pedro de Rivera, en 1767 por el marqués de Rubí y en 1776 por el caballero de Croix. En dichas evaluaciones se expusieron sus deficiencias y sus virtudes como presidios y las medidas a adoptar según la circunstancia. Como es obvio la política adoptada en cada momento para San Antonio dependió de la coyuntura provincial e internacional. Siendo partícipe de los acontecimientos que se dieron en la frontera durante el periodo estudiado.
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