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Resumen de Estudio epidemiológico de la endemia leprosa en Sevilla y su Provincia

Emilio Conejo García

  • Previa una breve síntesis de la epidemiología de la lepra y antecedentes históricos de la enfermedad en la provincia de Sevilla, se realiza un estudio principalmente transversal descriptivo, en una población constituida de 300 pacientes.

    Se analizan las características de le endemia leprosa en la provincia de Sevilla, describiendo y evaluando la tendencia temporal de la misma, basándose en indicadores epidemiológicos frecuentemente mencionados en la literatura especializada, y con el apoyo de medios informáticos.

    Los resultados obtenidos apuntan hacia una prevalencia baja y en declive, con el predominio de las formas Multibacilares, y entre ellas de la forma clínica Lepromatosa. Se observa la ausencia de lepra infantil, y por lo demás no existen marcadas diferencias entre sexo ni edades en cuanto a la incidencia de la enfermedad, si bien el perfil característico de una buena parte de los pacientes no difiere mucho de lo que aparece en otras investigaciones efectuadas en España. Es de resaltar el elevado número de pacientes en tratamiento multiterápico, así como el escaso número de convivientes afectados por la enfermedad en los últimos veinte años en contraposición a épocas anteriores, destacando la importancia de las recidivas y leprorreacciones tipo 2 encontradas, la mayoría de ellas en pacientes multibacilares y en tratamiento monoterápico. En el estudio demográfico realizado, se confirma la persistencia del foco autóctono de Lebrija.

    CONCLUSIONES 1. Se ha comprobado que el número de casos de lepra actualmente en control en la provincia de Sevilla está compuesto por 129 pacientes, lo que se ha podido determinar después de una revisión entre las 300 historias clínicas de que consta el registro oficial de lepra de la Delegación Provincial de Salud de Sevilla.

    2. Se observa también que la provincia de Sevilla es zona geográfica de pequeña endemia de lepra, presentando una tasa global de escasa prevalencia, con un valor de 0,07 por mil habitantes, y que constituye el 9,71 por ciento de los casos registrados en Andalucía.

    3. Se aprecia que la tasa de incidencia de la enfermedad referida al período de los últimos veinte años fue de 0,03 por mil habitantes, con un promedio de 4 casos nuevos por año, declive importante en comparación con años anteriores, lo cual nos lleva a admitir que la disminución de las tasas de detección refleja una reducción real de la intensidad de la transmisión.

    4. En el análisis de la incidencia se observa un aumento de la tasa de detección por grupos etarios, sin ningún caso notificado por debajo de los 24 años, y con una mayor frecuencia a partir de los 55 años, apreciándose que no hubo diferencias entre ambos sexos ni en la incidencia ni en la prevalencia, si bien se decanta un ligero predominio en los varones.

    5. Con relación al porcentaje de casos multibacilares su evaluación resultó ser de un 72%, siendo significativa la supremacía de la forma clínica lepromatosa con un porcentaje del 66%, seguida en orden de frecuencia de las formas tuberculoídes con un 22%, y valorándose un discreto aumento de las formas dimorfas en los últimos años. Llama la atención no se haya registrado ningún diagnóstico de formas clínicas indeterminadas en las dos últimas décadas.

    6. El promedio de la edad de aparición de los primeros síntomas ha sido de 32 años y el promedio de la edad del diagnóstico alrededor de 34 años. El intervalo de años transcurridos entre los primeros síntomas y la realización del diagnóstico se aproxima a los 2 años.

    7. Es importante resaltar particularmente que el porcentaje de casos con discapacidad en el momento del diagnóstico resultó elevado, con cerca de un 88% de pacientes afectados, la mayoría multibacilares y mayores de 40 años, y con una clara preponderancia de la Incapacidad grado I de la OMS, cuyas cifras porcentuales han remitido considerablemente en los últimos años, resultando de indudable valor la escasa presencia de nuevos discapacitados entre los casos en tratamiento, que representan solo un 2,3%.

    8. Las máculas anestésicas constituyeron el principal y primer síntoma referido por los pacientes de lepra, siguiéndole en orden de frecuencia, los nódulos y las lesiones neurales periféricas, sobre todo cubitales. Las lesiones óseas que se apreciaron con mayor frecuencia fueron las osteolisis distales, siendo importante también la afectación ocular detectada, sobre todo en las formas multibacilares, destacando la presencia relativamente frecuente de la queratitis punteada superficial.

    9. Como dato relevante se pudo apreciar la aparición en cierto modo elevada, de la leprorreacción tipo 2 de Jöpling en el 19,4% de los casos, cursando la mayoría en la época monoterápica. Asimismo, se ha observado un 3,87% de recaídas, la mayor parte de ellas en pacientes con tratamiento exclusivo sulfónico. Esta información revela la importancia que puede tener la vigilancia de los enfermos después de finalizado el tratamiento y el empleo de la multiterapia.

    10. El examen de los convivientes como población de riesgo resultó de un especial interés. A pesar de que entre 300 casos estudiados existía un 42% con familiar afectado, la incidencia de la lepra conyugal fue solo de 7%, siendo en los últimos 20 años el porcentaje de casos de lepra en el examen de contactos solamente de un 2,80%. De igual forma, fue determinante el seguimiento del tiempo de convivencia de 59 contactos con fuente de infección conocida, comprobándose que la contingencia del desarrollo de la enfermedad se incrementó notablemente a partir de los 4 años, y especialmente si la fuente era multibacilar, lo que apoya la teoría de la vigilancia de los contactos para el control de los focos.

    11. Se ha determinado que la mayoría de los pacientes se encuentran en tratamiento, y que el 88% de los casos multibacilares cumplen la multiterapia establecida, lo cual justifica en parte la declinación de la enfermedad constatada recientemente en la provincia de Sevilla.

    12. Ha resultado valioso desde el punto de vista epidemiológico, contemplar que el 98,4% de los enfermos han residido en el medio rural, y en el 80% diez años antes del diagnóstico. El municipio donde residen mayor número de enfermos en Sevilla capital, la mayoría de ellos emigrados del medio rural, siendo la zona comarcal más endeminada por enfermos residentes La Campiña, con 51 pacientes, y el distrito más afectado Utrera. El municipio encontrado con mayor prevalencia ha sido El Garrobo, con una tasa de 1,35 por mil habitantes pero con solo un enfermo, seguido de Las Cabezas de San Juan y El Ronquillo con una prevalencia menor, ambas en torno al 0,7 por mil habitantes.

    13. Persiste en la actualidad el foco autóctono de Lebrija que se remonta a siglos pasados, cuya afirmación se sustenta en el global de los 300 casos estudiados, con 35 pacientes nacidos en dicha localidad, de los cuales 10 enfermos residen en la misma al término de la fecha de esta investigación.

    14. En general, el perfil que hemos encontrado en la población en estudio está caracterizado por una edad de diagnóstico situada entre los 15 y 34 años, un bajo nivel de instrucción, situación económica deficitaria, y cuyas condiciones de higiene y vivienda no son satisfactorias en muchos casos. Las profesiones comúnmente encontradas pertenecen a los gremios agrícolas y de la construcción. Estos resultados coinciden con los obtenidos en otras investigaciones españolas.

    15. Finalmente, consideramos que la estrategia de control de la lepra en la provincia de Sevilla debería establecerse de acuerdo con los parámetros detección precoz de casos, vigilancia de contactos, y empleo de multiterapia.


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