Resumen tesis electoral El trabajo realizado tiene tres objetivos fundamentales: en primer lugar, profundizar sobre la figura del Consejo Europeo que adquiere un mayor protagonismo tras el Tratado de Lisboa, que le otorga el status de institución y amplía sus competencias en beneficio del principio intergubernamental, para compensar los avances del principio supranacional a través del incremento de las funciones del Parlamento Europeo. Se trata de conocer si las decisiones adoptadas por el Consejo Europeo en el contexto de la crisis económica son oportunas y adecuadas; si evitarán crisis futuras y si avanzan en la consecución de un nuevo proyecto europeo. En segundo lugar, conocer si Europa tiene un modelo social europeo, si apuesta por la dimensión social, y si los instrumentos que tenemos son los adecuados. En tercer lugar, analizar las consecuencias sociales de los países rescatados, si las medidas poco convencionales adoptadas por la Unión (MEDE, MOU, etc) han ayudado a estos países a salir de la crisis y si se han vulnerado los derechos fundamentales y sociales.
En relación con el primer objetivo, se deduce que al institucionalizar el Consejo Europeo se le otorga un mayor protagonismo en su papel de impulsor de las políticas de la Unión. El Consejo Europeo ha tenido un papel crucial en la crisis económica. Se han adoptado medidas tan importantes como: el Semestre Europeo, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE); el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria (o también llamado pacto fiscal) que promovía la disciplina presupuestaria y establecía la exigencia de reformas constitucionales para imponer a cada país la “regla de oro”, el Pacto por el Crecimiento y Empleo, la unión bancaria, la Iniciativa de Empleo Juvenil o el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas.
En cuanto al modelo social europeo, se concluye que es esencial renovarlo, apostar por fórmulas de políticas flexibles como las soft law, y en concreto, el MAC como un nuevo instrumento de construcción de la Europa social. En este sentido el Pilar Europeo de Derechos sociales parece una buena oportunidad para desarrollar la dimensión social Europea y garantizar los derechos de los ciudadanos. También se concluye la necesidad de que Europa se adhiera a la Carta Social Europea de modo que deje de ser considerada la hermana pobre del Convenio Europeo de Derechos Humanos. El TJUE ha tenido un papel muy integrador y pro europeo, defendiendo el MEDE y los MOU, en detrimento de los derechos fundamentales y sociales. Sin embargo, a raíz del caso Ledra Advertising, parece que esta posición va a ir moviéndose para equilibrar lo económico y lo social.
Por último, se constata como las medidas extraordinarias de gestión de la crisis han debilitado los sistemas de protección social de los países rescatados y la capacidad de decisión de los Estados miembros frente a la UE. Sin embargo, las reformas estructurales han sido positivas a la larga, porque han modernizado las estructuras administrativas y económicas, lo que dará estabilidad a estos países y estarán mejor preparados para futuras crisis.
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