Esta investigación analiza las controversias sobre vacunas en Chile, donde en los últimos años han aumentado los debates públicos y el rechazo de los padres y madres a vacunar a sus hijos. Este debate se da en el contexto de la gubernamentalidad neoliberal que fomenta las técnicas de autogestión y responsabilización de los individuos, los sujetos establecen nuevas formas de entender la salud, la responsabilidad o el cuidado de sí mismos y de los otros. A partir de este marco se establece el objetivo general de esta investigación, que es comprender el sentido que tienen las vacunas tanto para los expertos del ámbito de la salud como para los padres y madres críticos con la vacunación. Para poder dar cuenta de la complejidad del punto de vista de estos actores, se ha planteado una investigación de carácter cualitativo, que ha buscado alejarse de los enfoques centrados en el eje ciencia/creencia o sus derivados como conocimiento/ignorancia, con el que habitualmente se analizan los debates sobre ¿antivacunación¿.
En la primera parte de esta investigación se realiza una revisión histórica que permite vincular la oposición a la vacunación con las distintas racionalidades y formas de gobierno a lo largo de sus más de dos siglos de historia, así como evidenciar que las mismas políticas públicas ponen en tensión a los actores analizados.
En la segunda parte de la investigación se analizan las tres principales tensiones que se despliegan en la controversias sobre vacunas en Chile: en primer lugar, la suscitada a raíz de la obligatoriedad de la vacunación y el derecho a decidir que reclaman los padres, entendiendo que su responsabilidad y deber es el de ¿hacerse cargo de la salud de sus hijos¿. En segundo lugar, la tensión entre la nueva figura de ¿ciudadano empoderado¿ que cuestiona no solo a los expertos, sino al tipo de ¿medicina tradicional-convencional¿ que las vacunas representan, como la relación con la industria farmacéutica, la sobremedicación, el uso de componentes ¿artificiales¿ o la imposición de una medida ¿verticalista¿. En tanto, esto lleva a los profesionales de la salud a repensar su rol, de acuerdo a sus propios enfoques, funciones y ¿visiones de mundo¿. Por último, en tercer lugar, se aborda la tensión comunicacional, es decir, cómo el mayor acceso a información ha transformado las relaciones médico-paciente. Las madres y padres describen la decisión de vacunar o no a sus hijos como el resultado de un largo proceso, en el que la búsqueda de información juega un rol fundamental, y las estrategias que utilizan para informarse dependen de una serie de factores como la confianza en las fuentes, la necesidad de reducir la incertidumbre o los marcos de referencia desde los que entienden tanto su responsabilidad de padres como la relación con los profesionales de la salud. En tanto, los expertos valorarán positiva o negativamente este mayor acceso a la información de acuerdo a sus propias concepciones sobre su rol pero con un predominio de visiones ¿verticalistas¿ que explican los cuestionamientos a la vacunación a partir del ¿modelo del déficit cognitivo¿, es decir, que las personas no entienden la complejidad de la información científica. Esto lleva a los expertos a plantear soluciones ¿comunicacionales¿, es decir, campañas que hagan llegar mensajes ¿correctos¿, simples y positivos sobre las vacunas.
En definitiva la investigación da cuenta de la complejidad del tema, que excede a la vacunación misma, sus efectos secundarios o componentes específicos y lleva a plantear la necesidad de pensar no solo en los contenidos de las campañas sino de la confianza en las fuentes
In recent years, vaccine controversies have gained international visibility, and this was especially the case for Chile, where public debates and the refusal of parents to vaccinate their children have increased. The most notable controversies include the 2009 H1N1 pandemic influenza vaccine; the dispute over the thimerosal law, which sought to ban this preservative from vaccines because of its possible association with autism; or the most recent opposition to The Human Papillomavirus Vaccine. Studies on "anti-vaccination" generally focus on the arguments of those who reject this measure without problematizing the role of other actors, such as the health experts (Chatterjee, 2013, Cuesta & Gaspar, 2014, Gómez Marco & Zamanillo Rojo, 2005; Wolfe, Sharp, & Lipsky, 2002). In general, these studies’ assumptions derive from traditional visions of science, which have permeated much of public health and the medicine structuring their discourses around the science/belief axis or its derivations, such as, knowledge/ignorance, reason/emotions. The problem with this discourse is that it does not enable to understand the complexity of the views from parents who reject vaccination, excluding them from the discussion thus reserved for experts. This also has implications for the field of communication, since attributing the problem of vaccination rejection to ignorance or lack of understanding of scientific information leads to focus on the type of solutions oriented to overcome what is known as "cognitive deficit" through communicational and educational campaigns. Thus, this perspective attributes to the communicator the role of "disseminator" of scientific knowledge, which works from "top to bottom" or from "expert to lay knowledge" while delimiting not only the contents, but also the definition of the legitimate actors to convey, transmit, and receive the information...
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