En pocos segundos, sin planificación previa por parte del realizador, se puede crear un vídeo espontáneo gracias a que transportamos habitualmente una cámara insertada en el teléfono móvil, que permite capturar rápidamente cualquier acontecimiento, en todo momento y lugar.
Este trabajo tiene la finalidad de plantar las bases del concepto de vídeo espontáneo, sus diferentes aplicaciones y cómo la espontaneidad de la realización audiovisual ha transformado nuestra sociedad. Para ello se ha construido un amplio marco teórico que parte de la investigación de numerosos artículos científicos, estudios estadísticos, noticias y demás bibliografía relacionada con la comunicación audiovisual y la sociedad, que incluye los diferentes aspectos históricos, sociales y tecnológicos que han llevado a la espontaneidad de la comunicación audiovisual. Este marco teórico se ha completado con la realización de dos estudios, uno sobre el consumo del vídeo a través del móvil, para entender la relación de los ciudadanos con el vídeo espontáneo y sus diferentes aplicaciones, y un estudio sobre el impacto mediático del vídeo espontáneo al funcionar como herramienta de cambio social.
El trabajo se divide en 9 capítulos, a parte de la introducción, las conclusiones y la bibliografía utilizada, que se reparten en tres bloques: el vídeo espontáneo como herramienta de comunicación audiovisual, como herramienta de cambio social y como herramienta de control ciudadano.
La espontaneidad describe la situación actual de la comunicación audiovisual. Al reducir los tiempos de espera a pocos segundos entre la realización, distribución y visualización de vídeo, ya es posible comunicarse a través de vídeo sin premeditación, de forma espontánea, de uno a muchos, desde cualquier lugar conectado a la Red.
La ubicuidad y la inmediatez de las cámaras de vídeo integradas en smartphones dan pie a la realización espontánea de vídeo. Llevamos una cámara de vídeo siempre con nosotros, de reducidas dimensiones, que se pone en funcionamiento en pocos segundos, siempre lista para capturar la espontaneidad de la realidad.
El estudio presentado en este trabajo sobre el consumo de vídeo a través del móvil confirma que los usuarios utilizan la cámara de vídeo del móvil principalmente de forma espontánea, sin premeditación previa, para capturar experiencias que quieren recordar y compartir a través de redes sociales como WhatsApp, Instagram y Facebook.
El vídeo espontáneo ha adquirido la característica de capturador de lo cotidiano, donde el realizador no posee una idea preconcebida clara sobre su utilidad o aplicación posterior, únicamente posee la voluntad de registrar la realidad. El vídeo espontáneo es consecuencia de una acción inmediata y de una incitación espontánea a capturar en vídeo la realidad.
El estudio realizado sobe las protestas estudiantiles del IES Lluís Vives de Valencia del año 2012 confirma que el vídeo espontáneo es habitualmente utilizado por el periodismo, puede ser prueba fehaciente de un suceso en un juicio, puede provocar un impacto mediático en los medios comunicación convencionales y puede influir en la opinión pública, en la política y en la sociedad.
Los usuarios de Internet son observadores y registradores de la actividad social a través de la realización y publicación de vídeo, fotografía, audio o cualquier otro formato digital, que muestran los gustos, actividades e idiología de los ciudadanos. Es posible grabar vídeo para denunciar cualquier actitud ciudadana, y por ello se puede coaccionar a los demás a no delinquir por el temor de ser grabados y denunciados. Esta vigilancia social tiene la particularidad de canalizar el poder por la interconectividad de los ciudadanos y llegar a todos los rincones del planeta. El vídeo espontáneo adquiere la funcionalidad de videovigilancia social y puede participar en el control ciudadano.
El vídeo espontáneo ha transformado la comunicación a través de Internet cada vez más audiovisualizado, la forma de memorizar y de retener el tiempo, la manera de expresarnos, de construir la identidad digital, de protestar y de controlar al ciudadano. Simplemente se ve y su espontaneidad refleja el comportamiento humano.
El vídeo espontáneo utiliza un lenguaje evolucionado a partir del cine y el documental, pero se apoya en una tecnología, como el smartphone, que nos brinda comodidad y rapidez, que acorta el canal pensamiento-medio-receptor gracias a la compresión de diferentes formatos audiovisuales digitales, a la velocidad de transferencia de datos y a la miniaturización de los dispositivos de grabación de vídeo. En la era digital actual, la comunicación audiovisual se convierte en una alternativa factible a la comunicación oral.
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