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Trusting people in times of crisis. Panel and experimental evidence on the political foundations and consequences of social trust

  • Autores: Sergio Martini
  • Directores de la Tesis: Mariano Torcal Loriente (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universitat Pompeu Fabra ( España ) en 2017
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Francisco Herreros Vázquez (presid.), Gema M. García-Albacete (secret.), Sonja Zmerli (voc.)
  • Materias:
  • Enlaces
    • Tesis en acceso abierto en: TDX
  • Resumen
    • Esta tesis doctoral se compone de tres artículos empíricos sobre los determinantes y las consecuencias políticas de confianza social, cuyo análisis se han llevado a cabo explotando una base de datos original y elaborada a partir de una investigación de carácter innovador, realizada en España y Portugal entre el 2012 y el 2013.

      En los últimos años, el concepto de «confianza social» ha ido adquiriendo cada vez más relevancia e interés en el mundo académico, lo que ha llevado a un incremento considerable de investigaciones sobre el tema. Dicho creciente interés se debe a los supuestos efectos positivos de la confianza social para la cohesión social, el desarrollo democrático y económico, así como la estabilidad de las instituciones políticas. Sin embargo, al día de hoy la evidencia empírica es escasa y los análisis anteriores se fundamentan en métodos de medición y estrategias de análisis limitadas. Esta tesis intenta superar estos límites de los análisis anteriores y proporcionar nuevas evidencias empíricas a través de un diseño de investigación innovador, en el cual se han combinado datos de panel, experimentos y «juegos de confianza». Por un lado, la observación del comportamiento real de sujetos a través de juegos de confianza online ha facilitado obtener información sobre interacciones entre desconocidos en distintas olas y de cruzar esta con otros aspectos individuales recogidos mediante cuestionarios de encuestas. Por otro, el uso de datos longitudinales y de experimentos ha permitido mejorar la calidad de los resultados.

      El primer artículo se propone investigar cuáles factores intervienen en la formación de la propensión individual en confiar en aquellas personas que no se conocen personalmente. Este asunto es todavía objeto de discusión entre partidarios y detractores de dos diferentes tradiciones académicas. La primera considera la confianza en personas que no se conocen personalmente como parte de un conjunto de características ligadas a la índole de cada individuo, como por ejemplo el optimismo hacia los demás o una mayor actitud cooperativa. Por lo tanto este enfoque considera la confianza social como una característica individual que se desarrolla sobre todo durante la infancia y que se mantienen estables a lo largo de las sucesivas etapas vitales. Esta tradición teórica sostiene que la confianza no es el resultado de acontecimientos diarios o experiencias específicas. La segunda posición, en cambio, considera la confianza social como el resultado de un proceso acumulativo, en el cual las experiencias individuales juegan un papel fundamental a la hora de determinar la confianza social de un individuo. En este sentido, esta propensión en confiar en personas que no se conoce varía y se moldea según el contexto social, económico y político. Partiendo de estas contrapuestas visiones teóricas, en este artículo se ha analizado si esta actitud se genera como consecuencia de «shocks» económicos (como haber perdido el puesto de trabajo), o bien si se puede relacionar con experiencias vinculadas a la participación en la vida cívica, o si hay un efecto del contexto institucional en el cual se hallan los individuos. Los resultados realizados a partir del análisis de datos panel en España parecen evidenciar que las experiencias relacionadas con la pérdida de trabajo tiene un efecto negativo sobre la propensión individual en confiar en aquellos que no se conocen. Asimismo, los resultados señalan que aquellos que tienen una valoración negativa del contexto político (entendido como una elevada percepción de la corrupción en el sistema político) tienden más en desconfiar en los demás, comparado con aquellos con niveles más bajos de percepción de la corrupción. En definitiva, a lo largo de este artículo se ha demostrado que la confianza social no es una actitud estática, sino que tiene una componente dinámica, al depender de los shocks económicos a nivel individual.

      El segundo articulo se centra en la interacción de confianza entre individuos investigando cómo los conflictos políticos entre grupos (de carácter social, identitario o político) afectan confianza y cooperación entre individuos. Esto nos permite evaluar si los individuos emplean «heurísticos cognitivos» e «identidades» sociales y políticas y si estos afectan al «perímetro» de la confianza social. La reciente investigación sociológica y política de tipo experimental se ha dedicado en evidenciar la importancia de los conflictos políticos y ha demostrado que el efecto del partidismo se extiende más allá de las fronteras de la esfera política, configurando orientaciones más propia del ámbito personal como la confianza social y el altruismo. El mecanismo que subyace a esta lógica es el hecho de que las personas tienden a cooperar entre sí si pertenecen al mismo grupo, y que los conflictos políticos contribuyen a la formación de las identidades políticas, propiciando y fomentando la hostilidad entre individuos pertenecientes a grupos distintos. Dicho esto, gran parte de la evidencia experimental llevada a cabo hasta ahora se ha observado en el contexto norteamericano, donde hay sólo dos partidos que, tradicional e históricamente, dominan la competencia política. Bajo estas circunstancias, se ha argumentado que el partidismo es el elemento que tiene la incidencia más alta en la formación de otras actitudes u orientaciones políticas. En cambio, en Europa hay una heterogeneidad mucho más marcada en términos de fragmentación de los sistemas de partidos, con sistemas que tienden más hacia el multipartidismo. Estas diferencias están íntimamente relacionadas con otros clivajes o conflictos ideológicos muy consolidados (como por ejemplo la contraposición entre centro y periferia o la clase social), que siguen teniendo un papel muy importante en el voto. Además, buena parte de la literatura existente sobre este tema se basa en experimentos de laboratorio con estudiantes, que no son lo suficientemente representativos del conjunto de la sociedad. A la luz de estos elementos, en este artículo se ha intentado en primer lugar analizar si la identidad partidista tiene un impacto sobre la configuración de los patrones de confianza social en Europa. En el caso de que esto se produzca, el siguiente paso ha sido explorar si esto se da también en el caso de sistemas multipartidistas, en los cuales las divisiones sociales y políticas están reflejadas de manera más visible. El análisis de un primer estudio experimental realizado en España y Portugal confirma que la confianza individual está en gran medida relacionada con las identidades partidistas. Esta relación se ha podido observar en todos los partidos políticos, activando al mismo tiempo una lógica asociativa (entre personas del mismo grupo) y conflictiva (entre partidarios de distintos partidos políticos). La evidencia es consistente en ambos países, aunque el efecto partidista parece ser más fuerte en España, que tiene un sistema de partidos más polarizado. Además, el efecto se ha podido apreciar en todos los partidos, independientemente de su tamaño e ideología. Sin embargo, la confianza entre los diferentes partidarios refleja el posicionamiento de los partidos en los distintos sistemas. Un segundo estudio realizado solo en el caso español ha evidenciado que el tratamiento partidista es el que tiene una mayor incidencia sobre la confianza social, seguido por los conflictos ideológicos y regionales, que son generalmente consideradas divisiones con una elevada influencia en las democracias europeas.

      El tercer artículo se centra en las consecuencias políticas de la confianza social. En particular, a lo largo de esta investigación se ha analizado cómo la confianza social influye sobre la participación política en formas no convencionales de protesta. Dicha relación se enmarca teóricamente en el ámbito de los incentivos selectivos y colectivos. Se trata de un debate académico que sigue todavía abierto entre los investigadores. Hasta ahora, la participación política se ha investigado de acuerdo con el paradigma dominante, según el cual los individuos maximizan sus propios intereses. La gran mayoría de los investigadores ha tomado como referencia teórica el modelo de la elección racional a la hora de explicar actividades convencionales como el comportamiento electoral o el activismo en grupos políticos, así como formas menos convencionales de participación. Sin embargo, sigue siendo difícil explicar el comportamiento político basándose en este modelo teórico. En los procesos de participación, muchas veces los costes personales exceden los beneficios, con la posibilidad de que los ciudadanos terminen absteniéndose o aprovechándose de los esfuerzos de los demás. Este enfoque es aún más plausible en el caso de las actividades de protesta, en las cuales tanto los costes como los beneficios son más difíciles de prever y cuantificar de antemano. Por esta razón, las conceptualizaciones más recientes de la elección racional han ido dirigiéndose cada vez más hacia los modelos basados en los incentivos (tanto selectivos como colectivos) y, sobre todo, al papel de la confianza hacia aquellos individuos que no se conocen personalmente. Dicho esto, merece la pena destacar también que la evidencia empírica es todavía escasos, y los resultados contradictorios. El análisis de datos panel en España muestran que, al comparar el impacto de confianza en individuos que no se conocen directamente (medida a través de un experimento basado en un juego de confianza) con otros incentivos colectivos y selectivos (como la insatisfacción política, la eficacia política, las identidades partidistas y las redes sociales), no se ha observado ningún efecto de la confianza social sobre la probabilidad de participar en acciones de protesta. Esto se confirma tanto cuando se comparan distintas acciones de protesta (peticiones o participación en manifestaciones) como cuando se considera la intensidad de la protesta (número de actos). Partiendo de esta evidencia, el articulo sugiere una valoración más crítica y analítica de la relación entre confianza social y protesta.

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