Introducción: El control postural y el movimiento voluntario forman parte del control motor. Para que este pueda realizarse de manera óptima, el cerebro ha de realizar una correcta integración no linear de las aferencias vestibulares, visuales y somatosensoriales. El sistema vestibular, como sistema aferente, recoge la información de la posición de la cabeza con respecto a la gravedad y de los cambios en la aceleración linear y angular de la misma. Como sistema vestibular central, tiene un papel fundamental en este control motor, así como en la orientación y memoria espaciales con las que se lleva a cabo.
Cuando sucede una lesión vestibular periférica, la elaboración, interpretación y procesamiento de las informaciones aferentes es deficiente y por tanto el control motor se ve comprometido con mayor o menor intensidad. A medida que el proceso va evolucionando en el tiempo, se produce de manera espontánea un proceso de neuroplasticidad que facilita la recuperación o la compensación de la lesión, pero que a veces es incompleto y requiere de reeducación vestibular (RV).
Objetivos: Valorar la calidad del equilibrio, la orientación y la percepción de discapacidad en un grupo de casos de 30 sujetos, con patología vestibular unilateral periférica sintomática (LVU) antes y después de aplicar un programa de reeducación vestibular. Comparar los valores iniciales y finales de los sujetos con LVU, con los registrados por un grupo control de 30 participantes.
Metodología: se registró mediante posturografía estática y dinámica la calidad del equilibrio. Se analizaron la percepción de la vertical subjetiva y la orientación visual. Se valoró también la percepción de discapacidad. Estos registros se efectuaron antes y después de un programa de reeducación vestibular en personas con LVU. En el grupo control se cuantificaron el equilibrio y la orientación al comienzo del estudio. Además, en la LVU se valoró la mejoría subjetiva al finalizar el tratamiento. Se compararon todos los valores registrados en los sujetos con LVU antes y después de la reeducación vestibular, tanto en la totalidad del grupo como distinguiendo a los participantes en función de la duración del proceso o del lado en lesión. Los valores iniciales y los finales fueron comparados con los valores de referencia registrados en el grupo control.
Resultados: la reeducación vestibular mejoró el control postural y la calidad de la orientación espacial de la mayoría de los participantes y disminuyó su percepción de discapacidad. La RV resultó más efectiva en sujetos en fase aguda y en aquellos con lesión en el sistema vestibular derecho. Las personas con mayor necesidad de la información visual o mayores dificultades en la integración de las aferencias sensoriales no se beneficiaron de la RV. La prueba de la vertical visual subjetiva (VVS) puso en evidencia que los sujetos con LVU tienen dificultades en la integración de la aferencia gravitacional y que la lateralidad de la lesión es determinante para la percepción de la vertical. La prueba de orientación visual (OV) mostró la alteración del referencial egocéntrico en los sujetos en fase aguda y su recuperación en la fase crónica.
Conclusiones: con la RV con plataforma de posturografía se consiguió una mejoría de la función vestibular, pero sobre todo una mejor interpretación e integración de las aferencias propioceptivas y en menor medida de las aferencias visuales. La RV fue más efectiva cuando se realizó en la fase aguda del proceso. Las personas con LVU tuvieron dificultades en la percepción de la orientación, en mayor medida durante la fase aguda o si la lesión estaba en el lado izquierdo. Las personas diestras con lesión en el oído izquierdo requieren para mejorar su control postural de un tratamiento asimétrico que favorezca la neuroplasticidad del hemisferio no dominante.
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