DURANTE LOS PRIMEROS AÑOS DEL PERIODO DE LOS DOMINICOS (1773-1822), LAS MISIONES DE LA BAJA CALIFORNIA CONOCIERON UN CLARO DESARROLLO ECONOMICO Y POBLACIONAL DEBIDO TANTO A LA ROTURACION DE NUEVAS TIERRAS, COMO A LA INCORPORACION DE NATURALES DE LA REGION DEL NORTE, DONDE SE INICIO UNA POLITICA DE NUEVAS FUNDACIONES QUE PERSEGUIA LA UNION DE LAS DOS CALIFORNIAS. LA EPIDEMIA DE VIRUELAS QUE SE DESATO EN 1781, ABORTO ESTE CRECIMIENTO INICIAL Y SEÑALA EL COMIENZO DE UN PERIODO (APROXIMADAMENTE DE DIEZ AÑOS) DE RECONSTRUCCION Y ESTABILIZACION. POR ULTIMO, DEBIDO FUNDAMENTALMENTE AL AGOTAMIENTO DE LA POBLACION INDIGENA, EL COMIENZO DEL SIGLO XIX SUPUSO EL DECLIVE TOTAL DEL SISTEMA MISIONAL DE LA REGION.
A LO LARGO DE ESTE PERIODO TRABAJARON APROXIMADAMENTE OCHENTA MISIONEROS DOMINICOS. EL PERFIL TIPICO DEL MISIONERO DOMINICO CORRESPONDE A UN HOMBRE CON 27 AÑOS DE EDAD CUANDO EMBARCABA PARA MISIONES, QUE HABIA CUMPLIDO UNA MEDIA DE 10 AÑOS DE ESTUDIO EN SU CONVENTO DE ORIGEN Y QUE PROCEDIA CON MAS PROBABILIDAD DE LAS REGIONES DE ANDALUCIA Y ARAGON.
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