Las hermandades y cofradías de Sevilla suponen la expresión ritual mas patente de la propia identidad urbana, expresada a través de complejas claves simbólicas. Gracias a la percepción individual de los actores sociales y a su experiencia biogracia se construye y recrea periódicamente una realidad subjetiva, con pretensiones de autenticidad. Se forja así uan identidad colectiva, que descansa en un discurso estereotipado. El enorme peso de la tradicion contribuye a la perpetuacion de esta identidad y de las formas rituales que la mantienen, confiriendo una estabilidad al grupo humano, que se reafirma ciclicamente. Por otra parte, el control de ritual origina una serie de discursos y actitudes entre los distintos sectores sociales que remite al terreno de la propia organizacion social y de la negociacion entre sus distintos sectores.
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