En 1969, pasados los peores años de la Revolución Cultural, China decidió iniciar una nueva política diplomática y reincorporarse al Sistema Internacional, intentando ocupar el papel que le correspondía acorde con sus peso político en el mundo. Comenzó a desarrollar una alianza estratégica con los EEUU, los embajadores chinos volvieron a sus puestos en el extranjero, y la mayoría de los países comenzaban a reconocer al gobierno de la República Popular China como el único legítimo de toda China, incluida España. En 1971 consiguieron también recuperar su asiento como miembro legítimo en Naciones Unidas, hasta entonces detentado por el Gobierno de Taiwán.
La tesis queda por tanto dividida en dos partes. La primera gira en torno a China, y la segunda en torno a España.
En la primera parte se estudia el fin del aislamiento internacional al que se encontró sometida la República Popular China durante dos décadas, y el proceso por el cual se superó esta situación, volviendo China a la escena internacional en un papel acorde con su posición. Dentro de este contexto se estudiará el establecimiento de relaciones diplomáticas entre España y la República Popular China en el año 1973, visto desde la perspectiva internacional en el que se lleva a cabo.
En la segunda parte se analiza el momento histórico en el que España, bajo el régimen del General Franco, realizó una apertura en su política exterior hacia las Democracias Populares, estableciendo relaciones diplomáticas con la República China, reconociendo por tanto la legitimidad de dicho gobierno, y rompiendo así sus relaciones con Taiwán establecidas en el año 1952.
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