Es posible analizar los informes clínicos a partir de las Ciencias de la Comunicación y obtener resultados útiles, comparables y susceptibles de ser estudiados por medios cualitativos y cuantitativos.
Para demostrar la hipótesis, a partir de la bibliografía se elabora un manual de estilo que sirve de punto de partida para el análisis de 30 informes clínicos del hospitales de Catalunya.
Como principales conclusiones se obtine que el informe de un médico a un paciente es una forma de comunicación interpersonal, pero el conjunto de los informes constituye un auténtico ámbito de comunicación social. Hay muchas maneras de hacer informes clínicos.
Conviene enseñar esta diversidad. La inmensa mayoría de los informes están redactados en tercera persona del singular.
Los informes clínicos mayoritariamente están dirigidos a otros médicos (46,6%), el propio autor o alguien de su entrono (36,6%) y en pocas ocasiones diseñados para que los pueda leer el paciente (16,6%). El principal obstáculo del lenguaje es la presencia de palabras formadas por siglas (87%), que en una tercera parte de los informes pueden ser de difícil comprensión incluso para médicos.
El segundo problema para la comprensión es el lengua técnico que en un 60% no está al alcance del paciente. En el curso de los informes no suele haber referencias al paciente más allá de ser el lugar donde ocurre la enfermedad. En una cuarta de los informes se da trato lingüístico al paciente más propio de cosa que de persona.
No está generalizada la finalidad de hacer informes agradables al lector ni, en absoluto, es un objetivo la docencia. Es importante el análisis de los informes clínicos desde las Ciencias de la Comunicación.
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