Las circunstancias históricas y políticas de Egipto a comienzos del Reino Nuevo durante la dinastía XVIII (1539-1292 a.C) tienen una especial incidencia en las manifestaciones materiales de la misma, como es el uso de la arquitectura y el aprovechamiento del paisaje para expresar un mensaje que refuerce la idea de legitimidad de una dinastía que ha experimentado serios problemas de continuidad debido a la muerte prematura de alguno de sus monarcas y a la falta de herederos varones de consanguinidad directa. El problema se agudiza con la fractura que supone el inicio del linaje tutmósida, originado a partir de la adopción por motivos aún por esclarecer de un monarca (Thutmosis I) al trono de Egipto. La búsqueda de la legitimidad deberá basarse en la potenciación del elemento femenino de la monarquía, centrado en la figura de la sacerdotisa conocida como esposa del dios Amón y la plasmación de los aspectos teóricos de este cargo y su especial relación con la diosa Hathor en un programa constructivo que será, en última instancia, la base teórica del conjunto monumental y paisajístico constituido en Tebas por los templos de Karnak, Luxor y Deir el Bahri, la ciudad de Deir el Medina y la necrópolis real del Valle de los Reyes. La tesis presenta un análisis de la estructura del templo de Deir el Bahri. Se basa en la reconstrucción del mensaje contenido en la representación iconográfica más común de Hathor, su capitel arquitectónico. La tesis aporta una lectura de este elemento arquitectónico como un texto en el que se contienen la mayor parte de los componentes teóricos del mito asociado con la divinidad. El estudio concluye con un análisis del paisaje y el contexto arquitectónico como un texto destinado a resaltar la legitimidad de las dos primeras monarquías tutmósidas.
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