La Orden de los Ermitaños de San Agustín abrió durante la época Moderna ocho conventos masculinos en Canarias, siete de ellos en Tenerife y uno en la capital de Gran Canaria. En esta tesis doctoral se estudia el proceso de estas fundaciones (también otras que no llegaron a concretarse en aquellas y otras islas), además de la historia arquitectónica de cada una de estas casas y su patrimonio mueble: retablos, esculturas, pinturas, platería, etc. Se presta atención especial a las devociones agustinas, en sus aspectos formales e iconográficos y desde el punto de vista de la religiosidad; y se dedica un capítulo a la fiesta y a la liturgia, valorando los conventos de la Orden como escenarios de ceremonias cotidianas y extraordinarias, tanto religiosas como civiles y lúdicas.
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