El tema seleccionado respondió al propósito de obtener una caracterización del Arte Rupestre del norte patagónico basada en registros de sitios de la región. La historia de las investigaciones que se realizaron desde la primera mitad del siglo XX demuestra que hasta el momento, no se había elaborado una explicación de carácter regional que superara el esquema de alcance panpatagónico que fue formulado por el prehistoriador Osvaldo Menghin en la década de 1950.
En especial, se carecía de un replanteo que incorporara los datos aportados por los innumerables reparos norpatagónicos con pinturas y grabados descubiertos entre los años 1961 y 2000, y que diera cuenta de las singularidades regionales.
En lo fundamental, los análisis se basaban en los resultados obtenidos en la Patagonia Central con epicentro en el valle del río Pinturas, distante 700 kilómetros de la región estudiada. Así las investigaciones se orientaron a identificar los tipos de Arte, a determinar su antigüedad y su vigencia, y a aislar los rasgos regionales que fueron expresión de los límites territoriales, la identidad y la ideología de las sociedades indígenas de tiempos pre y posthispánicos. El objetivo principal de la investigación, fue alcanzar algún nivel de "lectura" de los documentos iconográficos que nos "legaron" los "antiguos".
Para concretar esta propuesta fue necesario obviar la metodología tradicional de estudio del Arte Rupestre, desplazando el eje desde el enfoque descriptivo al interpretativo.
Cambios en el Arte Rupestre Entre las preguntas que encauzaron este trabajo, sobresalen las siguientes: ¿que fenómenos medioambientales y/o socioculturales incidieron en las decisiones que llevaron a grupos de cazadores-recolectores a colonizar los valles fluviales de la margen sur del río Limay hace 3000 años? Si las sociedades que se establecieron en esa región se mantuvieron sin cambios en el modo económico de apropiación de recursos desde su ingreso al territorio hasta el siglo XVIII ¿cuáles fueron las circunstancias sociales que determinaron los cambios en el Arte Rupestre que ocurrieron con posterioridad al siglo XI de nuestra era y dieron lugar a los diseños que aún hoy se expresan en los textiles y en la platería regional? ¿La aparición de esos "motivos", luego de dos milenios destinados a representaciones geométrico-sencillas y de pisadas humanas y rastros animales, fue producto de cambios sociales que se gestaron en el interior patagónico o fue el resultado de relaciones con sociedades con territorialidad extra-patagónica? ¿La interacción con otras sociedades y las prácticas de "mercado" podrían explicar las innovaciones? ¿El repertorio de los tipos de Arte septentrional pudo aludir a temas vinculados con los mitos, los linajes, y los códigos funerarios? La búsqueda de las respuestas impuso una metodología basada en relacionar la forma con el contenido como vía hacia la recuperación de la perspectiva ideológica de los pueblos originarios. Para rescatar, aunque sólo fuera una pequeña parte, de las ideas a través de las cuales los pueblos percibieron, comprendieron, y transmitieron su realidad y su historia, se aborda un programa de investigación como un recorrido iniciado simultáneamente desde los dos extremos disponibles. En un extremo del camino, situado hace 3000 años, se ubican los testimonios arqueológicos y rupestres, y en el otro, cerca de nosotros, están los descendientes de los pueblos originarios con el patrimonio de su memoria social.
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