Resumen de La condiciones del éxito en el arte moderno: trayectorias artísticas y proceso de reconocimiento
La teoría de Alan Bowness plantea la existencia de cuatro círculos de reconocimiento -pares, mercado, crítica, público- por la que transitan los artistas del arte moderno en su carrera hacia el éxito. La presente tesis pone a prueba los cuatro círculos de Bowness a partir del estudio de la trayectoria de tres grupos de artistas que comenzaron a exponer en las décadas de 1900 -Picasso, Malevilch, Brancusi, Kandinsky, Duchamp-, 1940 -Pollock. Dubuffel, Tapies, Bourgeois- y 1960-Hesse, Hockney, Rosenquist, Baselitz. La primera corrección a los círculos parte de la hipótesis de que es preciso analizar la trayectoria social completa de los artistas para comprender cuáles son las circunstancias que posibilitaron su entrada al campo del arte, y cómo sus disposiciones sociales influyeron a la hora de relacionarse con la mediación del campo, es decir, los agentes que organizan las reputaciones. La segunda propuesta derivada del análisis de los círculos es la existencia de dos momentos básicos de reconocimiento. El primer momento o núcleo está compuesto por la acción de los artistas, los primeros críticos, marchantes y coleccionistas de la modernidad. En esta fase, que actúa como el círculo de los pares de Bowness -cercanía espacial y temporal de los agentes y bajo grado de poder legitimador- se organizan de manera informal los estilos de la vanguardia y todos los agentes luchan por el reconocimiento del arte moderno y por sus posiciones como artífices del mismo. La mercancía que está en circulación es el nombre del artista y el propio concepto de arte moderno, y no la compra y venia de las obras. La importancia de pertenecer al núcleo de reconocimiento es que a partir del él se accede al segundo momento o consolidación. En esta fase los agentes legitimadores -directores de museos, comisarios de importancia, historiadores y demás especialistas autorizados- terminan de organizar el paso a la posteridad de artistas y movimientos gracias a la información que previamente fue elaborada en el núcleo. Conforme se avanza en el siglo, el núcleo de los inicios va desapareciendo, y agentes con un alto grado de poder legitimador hacen su aparición en el momento de la gestación de los movimientos y las carreras artísticas. El paso del tiempo, condición sine qua non para el acceso a la fama de los artistas de la primera mitad del siglo XX, deja paso a una organización caracterizada por la expansión espacial. Se produce la internacionalización del mundo del arte y la conformación de diversos espacios -o universos de consueto- con un bajo nivel de visibilidad, con sus propias leyes y lógicas y que se mantienen gracias a la creencia en que el acceso a espacios de alta visibilidad en el mundo del arte es posible.
