Ante la suposición de que podemos confirmar la validez de la conceptuación del arte de vanguardia, establecemos como problema central la posibilidad de encontrar un punto cero que implique la nulidad de la tradición. Para conseguirlo aparece el objeto industrial, que la evita gracias a no ser hecho-a-mano. Analizamos esta efectividad en el objeto Fontaine para establecer que no logra un valor cero porque podemos valorarla mediante la re-presentación de Duchamp. Después de mostrar como percibimos, entendemos que lo que se nos presenta como original debe añadir a su carácter industrial una diferencia de color que no podamos especificar.
Analizamos esta efectividad en el objeto IKB de Yves Klein para establecer que su azul es el tradicional ultramar. Ante la imposibilidad de conseguir un color que evite la percepción, concluimos que sólo el objeto-dúplice logrará ser el nuevo-objeto que requiere la vanguardia para acabar con la tradición. Aportamos una duplicación matemática del IKB mediante la colorimetría.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados