Esta tesis se centra en la formación de los posesivos del español y su distribución en las construcciones nominales. Para lo primero, adoptamos el marco teórico de la Morfología Distribuida; para lo segundo, nos guiamos por las ideas desarrolladas en recientes estudios de Kayne y Cinque. Los posesivos forman un dominio sintáctico extendido que consta de varios morfemas cuya legitimación y combinación se someten a las reglas sintácticas. Son adjetivos que se proyectan de una raíz semánticamente vacía que toma como complemento una proyección pronominal con información relativa al poseedor; además, constituyen una fase. Fenómenos que tienen lugar en los dominios sintácticos superiores, como la Inserción de Vocabulario cíclica regulada por el núcleo de fase, la supleción de raíz motivada por los rasgos contextuales de su complemento, el movimiento Cu de una proyección máxima a la periferia de una fase, etc., se reproducen en el nivel interno a la palabra. Estas operaciones determinan la forma final de los posesivos. Por otra parte, elaboramos una explicación sobre la distribución y la introducción de los rasgos disjuntos de género y vocales temáticas en la arquitectura de la derivación en el Componente Morfológico; se trata de extender la relevancia de algunas consideraciones que integran el análisis sobre la formación de los posesivos al ámbito morfosintáctico general. Introducimos modificaciones bien fundamentadas en los modelos actuales de la Morfología Distribuida. La Lista 2 está disponible en todo el curso del Componente Morfológico de manera idéntica a como lo está la Lista 1 Léxico en la sintaxis; el género y las vocales temáticas, propiedades arbitrarias y categorialmente relevantes, se listan como rasgos formales en la Pieza de Vocabulario de los morfemas cuyo exponente juega un papel decisivo en su adquisición. Estos rasgos se insertan en los morfemas que necesitan determinar sus propiedades categoriales en un estadio temprano del Componente Morfológico. Se demuestra que las formas de los elementos nominales se determinan por la información aportada en los rasgos de vocales temáticas al margen del género, carente de materialización fonológica. La aparición de la vocal -a en los nombres femeninos de pares de género se explica como el resultado del empobrecimiento de los rasgos de vocales temáticas y la extensión subsiguiente del uso del exponente elsewhere. Asimismo, son tratadas otras cuestiones que están dentro del alcance inmediato de las predicciones derivadas de nuestro enfoque. En lo que respecta a la distribución sintáctica de los posesivos, sostenemos que los posesivos prenominales y los postnominales se ensamblan en dos posiciones distintas. Presentamos un nuevo planteamiento sobre la estructura de las construcciones nominales. Los modificadores directos, considerados extensión propia del nombre núcleo, pertenecen al dominio que mantiene una relación local con él, mientras que los modificadores indirectos, sujetos al acotamiento espaciotemporal en un determinado universo de discurso, forman parte de un dominio más alejado del nombre. Además, los determinantes se ensamblan en una proyección funcional que hace de bisagra entre los dos dominios de modificación. Los posesivos prenominales de las lenguas románicas son en principio especificadores de la proyección jerárquicamente más alta de los modificadores directos; los del español se generan en el especificador de la proyección de determinantes tras experimentar reanálisis. Los posesivos posnominales ocupan la posición más alta del dominio asignado a los adjetivos de modificación indirecta. La duplicidad en puntos de ensamble y la caracterización formal de los posesivos propuestas en este trabajo ofrecen ventajas a la hora de dar cuenta de deferentes posibilidades combinatorias entre posesivos y otros elementos en las construcciones nominales, así como de la variable interpretación que depende del orden lineal que se establezca entre ellos.
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