La existencia de microorganismos en ambientes extremos es conocida y ha sido documentada en numerosos artículos, pero son escasos los trabajos que se han realizado en el interior de una Central Nuclear.
Estudios previos llevados a cabo del agua de las piscinas de almacenamiento de combustible nuclear gastado, pusieron de manifiesto la presencia de microorganismos en sus aguas, siendo algunos de ellos descritos como formadores de biopelículas.
Como consecuencia del trabajo anterior se consideró significativo el estudio de la interacción entre materiales y microorganismos en estos ambientes.
Para ello, se sumergieron diversos aceros inoxidables (UNS S30400, UNS S30466, UNS S31600 y un acero inoxidable equivalente a un UNS S44200) y titanio en la piscina de combustible nuclear gastado de la Central Nuclear de Cofrentes. Se llevaron a cabo dos ensayos, en estático (1008 días) y en dinámico (365 días). Las probetas de los diversos materiales se extraían periódicamente del agua y se analizaban las biopelículas por técnicas de microscopía de epifluorescencia y electrónica de barrido. Los microorganismos integrantes de las mismas se identificaron por técnicas de biología molecular y los radionucleidos presentes por espectrometría gamma.
La formación de biopelículas se ha constatado tanto en ensayos en estático como en dinámico, mostrándose una evolución y aumento de complejidad de las mismas a lo largo del tiempo sobre los diversos materiales. Los microorganismos constituyentes de la biopelícula están vivos a pesar de las condiciones de radiactividad a las que se ven sometidos. La población caracterizada de la biopelícula muestra la presencia de algunos géneros que no habían sido documentados anteriormente en este tipo de ambientes, siendo identificados microorganismos pertenecientes a diferentes grupos bacterianos (a-, ß-, ?- Proteobacteria, Bacillus-Staphylococcus y Actinomycetales). La biopelícula presenta
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados