El actual modelo de funcionamiento del sector financiero se encuentra sometido a un lento pero inexorable proceso de reconversión, en el que con la nueva adopción de nuevos patrones, herederos del sistema fabril, motiva que los trabajadores deban adecuarse a nuevos modos de hacer y de gestión. Las conclusiones de este estudio apuntan, a través del análisis de los puestos de trabajo, a una polarización en las cualificaciones profesionales de los trabajadores, ya que mientras unos colectivos aumentan sus conocimientos, capacidades y habilidades personales y profesionales, la gran mayoría tienden a descualificarse. Resultado de este proceso de polarización, se analizan efectos no deseados tales como: la pérdida efectiva del control del proceso, la intensificación de actividades, la polivalencia profesional y la degradación en los niveles de calidad de vida y clima laboral
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