La tesis titulada: Pallaksch. Tentativas de la huida, sitúa la naturaleza como el único espacio habitable donde poder refugiarse del poder hegemónico. A este poder, que aglutina todos los mecanismos (políticos, económicos y militares) a su alcance para perpetuarse, lo denominamos, basándonos en el concepto desarrollado por Lewis Mumford, megamáquina. Para poder resistir a la megamáquina se proponen tres tentativas de huida hacia la naturaleza: la tentativa de huida como resistencia no-violenta, la tentativa de huida como resistencia violenta, y la tentativa de huida como resistencia “discapacitada-enajenada”.
Las dos primeras resisten activamente a la megamáquina, y la tercera lo hace de manera pasiva o atónica.
Como representante de la huida no violenta se analiza la figura de Henry David Thoreau, que además de escribir el texto seminal que dio pie a la idea moderna de desobediencia civil, vivió en el bosque de Walden como un acto de disidencia. Como principal valedor de la huida violenta se ha elegido a Karl Marx, que justificó la emancipación del proletario mediante la violencia de la revolución. Desde este precedente, se investigan algunas luchas guerrilleras que sitúan en la naturaleza su base operativa. Como huida “discapacitada-enajenada”, se estudia el caso de la locura del poeta Hölderlin como referente del habitar en el estado de naturaleza del que está “ido”.
La tesis se cierra con un proyecto artístico que pretende sintetizar las tres tentativas de huida. Se trata de una gorra de tipología miltar que lleva bordada la palabra “Pallaksch” en su parte frontal. Esta enigmática palabra era pronunciada obsesivamente por Hölderlin en sus últimos años de vida.
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