En los límites del Paraíso se producen dos desplazamientos que señalan al paraíso de tres maneras diferentes: un paraíso velado, otro revelado y un paraíso desvelado.
Primer desplazamiento de lo velado a lo revelado; desde el paraíso velado contextualiza nuestra contemporaneidad y la obra de arte esta velada por un exceso de sentido, de sobreexpresión de realidad. Y el paraíso es revelado a través de la seducción en la obra de arte al recobrar el tiempo perdido.
Segundo desplazamiento hacia lo desvelado. En el paraíso desvelado se da el tiempo profundo del mito a través del pensamiento tráfico, y se produce el salto que nos lleva a la otra orilla para hacer de la muerte nuestra posibilidad más propia con la esperanza de desaparecer en la obra
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