Puesto que el estado funcional del sistema inmunitario puede considerarse como un mercado de salud y longevidad, se ha analizado el funcionamiento de este sistema de hombres y mujeres sabas en las distintas décadas de la vida para tener una mejor aproximación de la edad biológica de los individuos.
Se ha evaluado si la práctica de ejercicio físico moderado puede mejorar el sistema inmunitario en adultos en ancianos sanos e hipertensos, que presentan un sistema más disregulado. Se ha analizado en cada uno de los sujetos las siguientes determinaciones: antropometría, concentración sanguínea de PMN neutrófilos y linfocitos y las funciones más significativas de los neutrófilos (adherencia, quimiotaxis, ingestión de partículas inertes y destrucción del material destruido, en linfocitos (adherencia, quimiotaxis, proliferación frente a PHA y producción de interleuquina 2) y actividad citotóxica de las células NK, junto con niveles de cortisol plasmáticos.
Se ha observado como el ejercicio físico moderado mejora el perfil inmunitario de estos individuos, fundamentalmente en los ancianos, tanto en sanos como un hipertensos, considerando el ejercicio como idóneo para conseguir una buena calidad de vida al envejecer.
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