La palabra arsénico despierta inmediatamente la idea de envenenamiento. Seguramente no hay ningún cuerpo que haya producido mayor número de intoxicaciones criminales que éste. En todos los procesos célebres de envenenamiento desde la antigüedad, el arsénico ha desempeñado un papel importante, solo o asociado a otros tóxicos. Sin embargo, el interés de esta intoxicación no ha desaparecido; el arsénico sigue causando gran número de víctimas al año, unas por causas criminales y de orden accidental otras, todo lo cual justifica un estudio detallado de esta intoxicación.
Por ello y como objetivo general de esta Tesis, hemos demostrado que el protagonista de nuestro estudio, el arsénico, ha sido uno de los elementos de mayor relevancia, trascendencia e importancia para el desarrollo de una de las ciencias de máxima utilidad en el auxilio al Derecho, la Toxicología Forense.
A lo largo de nuestro Trabajo, hemos demostrado que quizás no haya existido en la historia de la ciencia toxicológica una sustancia tóxica que haya despertado mayor interés, y es por ello, que su pretendida detección y análisis haya motivado el gran número de experimentos, publicaciones y peritaciones que hemos detallado a lo largo del mismo, justificando de ese modo, y ya en pleno siglo XIX, el necesario y anhelado hasta entonces, impulso de una de las disciplinas que han permitido la resolución de innumerables cuestiones judiciales poniendo fin al reinado de uno de los venenos más mortíferos empleados por el hombre a lo largo de la historia.
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