Se ha estudiado la respuesta embrionaria en el pollo a la exposición a campos magnéticos pulsados débiles, de 100 hz, aplicados durante las primeras 48 horas del desarrollo. El tratamiento indujo dos tipos de respuestas alternativas: anomalías dismorfogénicas o modificaciones en la orientación de los organismos. El grado de efecto dismorfogénico de la exposición era dependiente de los parámetros de campo magnético (amplitud y forma de la onda) y de características propias de los organismos (raza, orientación y otras). Las anomalías inducidas en las primeras fases del desarrollo, posiblemente a través de alteraciones de glicosaminoglicanos y glicoproteinas de la matriz extracelular o del transporte de iones en la membrana celular, parecen, en general, irreversibles, y desembocaron en malformaciones graves o muerte embrionaria en fases posteriores del desarrollo. El efecto de modificación en la orientación es dependiente de la densidad de flujo magnético del campo aplicado, y se tradujo en un incremento significativo del numero de embriones orientados perpendicularmente al vector campo magnético. El estudio muestra que el embrión de un vertebrado amniota es sensible, en fases tempranas de su desarrollo, a campos magnéticos débiles de frecuencia extremadamente baja, y aporta información acerca de los posibles mecanismos afectados por la exposición y de los factores que determinan la sensibilidad de los organismos al tratamiento.
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