Loa objetivos del trabajo pretenden determinar : El espesor de la Capa de fibras nerviosas de la retina (CFNR) en pacientes con Deterioro cognitivo leve (DCL) y enfermedad de Alzheimer (EA), mediante Tomografía de coherencia óptica (OCT), y compararlo con los sujetos controles. Determinar el espesor y volumen macular en pacientes con DCL Y EA mediante OCT y compararlos con los sujetos controles. Determinar si existe relación entre las alteraciones de la CFNR y/o la mácula con la función cognoscitiva de los pacientes con DCL y EA. Valorar si existe una relación entre la gravedad de la EA y las alteraciones de la CFNR y/o la mácula.
Planteamos las siguientes hipótesis: Hipótesis nula (H0): No existen diferencias entre los valores de espesor de la Capa de fibras nerviosas de la retina y/o grosor y volumen macular entre los pacientes afectados de Deterioro cognitivo leve o enfermedad de Alzheimer y los controles sanos.
Hipótesis alternativa (H1): El espesor de la Capa de fibras nerviosas de la retina y/o el grosor y volumen macular de los pacientes afectados de Deterioro cognitivo leve o enfermedad de Alzheimer está alterado en relación al que presentan los controles sanos.
Diseño del estudio: Se trata de un estudio prospectivo, analítico, observacional y transversal La muestra está formada por 160 ojos pertenecientes a 80 sujetos divididos en tres grupos: 42 ojos de 21 pacientes diagnosticados de DCL .El diagnóstico de DCL se realizó mediante los criterios de Peters. 36 ojos de 18 pacientes diagnosticados de EA, de ellos, 12 ojos pertenecían a 6 pacientes con diagnóstico de EA leve, 14 ojos de 7 pacientes con EA moderada y 10 ojos de 5 pacientes con EA severa. El diagnóstico se estableció por la DSMIV, NINCDS-ADRDA, la escala de deterioro global de Reisberg (GDS), y la gradación clínica de la demencia (Clinical Dementia Rating) (CDR).Consta de 82 ojos pertenecientes a 41 sujetos sanos, ajustados por edad y sexo, Conclusiones: PRIMERA. Tanto en el Deterioro cognitivo leve (DCL) como en la enfermedad de Alzheimer (EA) existe una disminución estadísticamente significativa del espesor peripapilar de la Capa de fibras nerviosas de la retina (CFNR), tanto en promedio como en todos los cuadrantes, comparado con los controles sanos. Dicho adelgazamiento se acrecienta conforme aumenta el grado de severidad del deterioro cognoscitivo.
SEGUNDA. El cuadrante del nervio óptico en el que el adelgazamiento de la CFNR es más acentuado es el superior. Le seguirían en intensidad decreciente el inferior, nasal y temporal.
TERCERA. El volumen macular, así como la mayoría de los parámetros que miden el espesor macular, están significativamente aumentados en los pacientes con DCL en relación tanto con los controles sanos, como con los pacientes afectados de EA. Esto favorece la posibilidad de reconocer el DCL como un estadio inflamatorio previo a la degeneración atrófica que acontece en la EA.
CUARTA. Existe una correlación negativa estadísticamente significativa entre el espesor peripapilar de la CFNR, con el grado de deterioro cognoscitivo. Así, cuanto mayor deterioro cognoscitivo revelan los tests neuropsicológicos (Fluidez verbal semántica, Examen cognoscitivo mini mental y Test del reloj) menores valores muestran la mayoría de parámetros de la OCT.
QUINTA. De todas las variables estudiadas, el espesor peripapilar promedio de la CFNR se perfila como el más útil, pues por sí solo es capaz de explicar el 72,4% de la fluidez verbal semántica, el 73,8% de la puntuación obtenida en el ECMM y el 59,85 de los resultados del test del reloj en los modelos de regresión lineal efectuados.
SEXTA. Nuestro trabajo ha demostrado que la retina se ve afectada en pacientes con DCL y EA y afianza la evidencia de que el ojo puede ser utilizado como un camino al estudio in vivo, rápido y no invasivo del cerebro en estas patologías.
SÉPTIMA. El análisis de los pacientes del estudio ha constatado que la degeneración del nervio óptico y el deterioro de la cognición se afectan de manera simultánea. Se requerirán otros estudios para comprobar la sincronización entre la pérdida axonal retiniana y la degeneración neuronal del SNC.
OCTAVA. Nuestro estudio, conjuntamente con otros estudios realizados encaminados a mejorar el diagnóstico precoz de la EA, concluye que los nuevos criterios diagnósticos para la enfermedad deben ser canalizados en una aproximación basada en la alta tecnología, técnicas, que se dirijan a localizar las huellas biológicas subyacentes de la enfermedad, aún cuando todavía no hayan aparecido los síntomas clínicos.
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