La esclerosis múltiple (EM) afecta al sistema nervioso central. Uno de sus tratamientos es el interferón. Un 30% de los pacientes no responden al mismo y tiene efectos secundarios. Los niveles de colesterol podrían comportarse como marcadores de actividad. Hipótesis: los cambios precoces inducidos por interferón en estos parámetros son predictores de respuesta al tratamiento. Se realizó un estudio observacional prospectivo que incluyó 150 pacientes con EM que iban a iniciar tratamiento con interferón beta. Se realizaron controles clínicos y analíticos antes de iniciar el tratamiento y en cada revisión. Resultados: la edad media fue de 36,6 años (DE 9,6). La relación mujeres/varones fue de 2,66:1. El índice de brotes/mes pasó de 0,10 a 0,05 brotes/mes a los 2 años. El 72,3% de nuestra muestra fueron respondedores. El tiempo hasta el fracaso terapeútico fue de 6,75 meses en las formas SP y de 10,24 meses en las RR. Los pacientes respondedores tuvieron menores niveles de triglicéridos y de colesterol en todas las revisiones. Los pacientes en los apenas se modificaron los triglicéridos y aquellos en los que no se modificó el ácido úrico tuvieron mejor respuesta. No se encontró relación entre las modificaciones inducidas por interferón en los niveles de colesterol, GOT/AST y GPT/ALT con la respuesta a tratamiento. Conclusiones: el fracaso terapeútico suele darse dentro del primer año. Los pacientes más jóvenes respondieron mejor así como las formas RR. El Interferón produjo aumento de los niveles de triglicéridos, GOT y GPT y descenso de los de colesterol y ácido úrico. La ausencia de modificación en los triglicéridos y el ácido úrico al mes de tratamiento se relacionó con una mejor respuesta al mismo.
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