El medicamento constituye un nexo de unión entre el sistema de asistencia sanitaria y el paciente, desprendiéndose de él consecuencias clínicas, sociales y económicas de gran importancia. Por ello, la selección de los medicamentos en general y de los antimicrobianos en particular debe hcerse bajo criterios de eficacia, seguridad, calidad y coste de los mismos.
El objetivo de este trabajo se centra en estudiar la evolución de la oferta durante diez años (1995-2004) y la dispensación durante dos años (1999-2000) de antiinfecciosos en España.
En los diez años de estudio de la oferta se ha producido un discreto aumento del número de principios activos y un aumento importante de presentaciones diferentes, lo que indica un esfuerzo de adecuación por parte de los laboratorios farmacéuticos al uso práctico de los antimicrobianos.
La prevalencia de consumidores de antimicrobianos en España es de 32 por mil, existiendo importantes diferencias entre las diferentes comunidades autónomas (desde 25 por mil a 38 por mil).
Los cuatro subgrupos terapéuticos son, por este orden, penicilinas, macrólidos, cefalosporinas y quinolonas, que suponen más del 80% de la dispensación total.
Los principios activos más dispensados son, por este orden, amixocilina, amoxilina con ácidos calvulánico, claritromicina, cefuroxima axetilo y ciprofloxacino, que suponen más del 60% de la dispensación total de antimicrobianos.
El coste de la dispensación por mil habitantes y día es de 47 euros, no existiendo una correlación exacta entre los principios activos que más contribuyen al coste y su dispensación.
El elevado gasto en antimicrobianos hace necesario establecer medidas de control. Entre ellas, la dispensación de las especialidades más económicas existentes en el mercado respetando la prescripción, nos permitiría ahorrar un 11% del gasto total. Controlando solamente dos principios activos (ciprofloxacino y amoxiclina) log
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