Para que un fármaco ejerza su efecto, es necesario que alcance una concentración determinada en la biofase. La evolución temporal de esta concentración depende de las características farmacocinéticas del fármaco, que vienen definidas por los parámetros volumen de distribución y aclaramiento. El volumen de distribución de un fármaco depende de su fijación a las proteínas plasmáticas: cambios en el grado de fijación pueden conducir a cambios en este parámetro y por tanto en la evolución de la concentración alcanzada en la biofase, que es la que va a condicionar el efecto.
El propofol es un agente anestésico intravenoso, utilizado para la inducción y el mantenimiento de la anestesia y para la sedación de pacientes en unidades de cuidados intensivos. Se fija en un alto porcentaje a las proteinas plasmáticas, pero no se han observado cambios en su fijación en situaciones de cambio de niveles de albúmina o alfa1-glicoproteina ácida, proteinas a las que había sido demostrada su fijación en soluciones de proteinas puras. Por tanto, se pensó que dada la elevada liposolubilidad del propofol, las lipoproteinas podrían estar implicadas en el proceso de fijación del propofol.
Esto fue comprobado en el presente estudio, donde se observó una elevada fijación (entre 88 y 95%) a cada una de las tres lipoproteinas (VLDL, LDL y HDL). La fijación del propofol fue también estudiada en suero de voluntarios sanos, de sujetos hiperlipidémicos, de sujetos en estado crítico y de ancianos. Se observó que el porcentaje de propofol libre era menor en el grupo de sujetos hiperlipidémicos, y era mayor en el grupo de sujetos en estado crítico, con respecto al grupo de voluntarios sanos, existiendo una correlación estadísticamente significativa entre el grado de unión del propofol y los niveles de colesterol y triglicéridos.
Una vez establecida la importancia de los niveles de lípidos en la fijación del propofol a
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