1.La mayoría de los pacientes cirróticos en lista de espera de trasplante hepático presentan EHm. Esta se caracteriza por lentificación del EEG y retraso de la P300 y, en mentor menor medida, por una disminución del rendimiento psicomotor.
2. Transcurrido un año del trasplante hepático, la mayoría de las anomalías citadas se normalizan. El potencial evocado P300, aunque mejora, continúa retrasado, lo que indica una reversibilidad parcial de las alteraciones cognitivas al año del trasplante hepático. Esta alteración en más acusada en los pacientes cirróticos con mayor alteración cognitiva antes del trasplante hepático.
3. La polisomnografía en pacientes cirróticos sin EH evidente muestra alteraciones en el inicio, mantenimiento y estructura del sueño que revierten al año del trasplante hepático. No existe relación entre estas alteraciones del sueño y los parámetros de la EHm, sugiriendo que son procesos independientes.
4. Entre las alteraciones del sueño objetivadas en estos pacientes, el aumento de la latencia de sueño, junto con la disminución del número de ciclos de sueño y de la fase REM, y el aumento de sueño profundo, podría ser compatible con la presencia de un retraso del ciclo sueño - vigilia en la cirrosis hepática.
5. En resumen, se puede afirmar que el estudio neurofisiológico de la función cerebral en pacientes cirróticos permite detectar pequeñas alteraciones y monitorizar su evolución, por lo que es recomendable su utilización en la valoración y seguimiento de estos pacientes.
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