A pesar del extraordinario incremento de la desigualdad económica en los últimos años y de sus efectos perniciosos a nivel político, económico, social e individual, los niveles de aceptación y justificación de la desigualdad siguen siendo ampliamente generalizados entre las personas (Jost, Becker, et al., 2017; Osborne et al., 2018). Esto quiere decir que la desigualdad económica objetiva—entendida como la distribución inequitativa de recursos económicos entre personas o grupos—no tiene una influencia directa sobre cómo las personas reaccionan ante este fenómeno, sino que depende más bien de cómo se perciba subjetivamente tal desigualdad (Evans & Kelley, 2018; Gimpelson & Treisman, 2017; Hauser & Norton, 2017).La percepción de la desigualdad económica no refleja la realidad objetiva, ni tampoco consiste en una mera estimación de la distribución de recursos económicos; sino más bien, es el resultado de la interacción entre varios factores sociales (e.g. cultura, historia, política, etc.) e individuales (e.g. motivaciones, creencias, sesgos, etc.). Estos factores no sólo determinan qué tanta desigualdad se percibe, sino también cómo se percibe y en qué medida es considera justa y apropiada. Sin embargo, hay algunas paradojas asociadas a la percepción de la desigualdad económica que contribuyen a su legitimación. De hecho, bajo ciertas circunstancias, la percepción de la desigualdad económica hace parte de un círculo vicioso donde: percibir más desigualdad se relaciona con un mayor grado de aceptación; esta aceptación se asocia con un menor apoyo a medidas que buscan reducir tal desigualdad; y en consecuencia, se justifica la desigualdad económica y se obstaculizan las posibilidades de cambio.
En consecuencia, esta tesis doctoral busca analizar la influencia de la percepción de la desigualdad económica y las ideologías que justifican el sistema sobre la aceptación de la desigualdad y el apoyo a medidas redistributivas orientadas a su reducción. Particularmente, analizamos cómo las ideologías que justifican el sistema condicionan la relación que hay entre la desigualdad económica percibida y 1) la desigualdad económica que las personas creen que debería existir (desigualdad ideal); y 2) el apoyo a la redistribución de recursos. Para desarrollar este objetivo, en esta tesis doctoral nos planteamos responder las siguientes preguntas:
¿La relación entre la desigualdad económica percibida y la desigualdad económica considerada como ideal está condicionada por las ideologías que justifican el sistema? ¿La relación entre la percepción de la desigualdad económica y el apoyo a las medidas redistributivas está condicionada por las ideologías que justifican el sistema ¿El grado de desigualdad económica ideal influencia (suprime) el efecto de la desigualdad económica percibida y el apoyo a la redistribución de recursos? Además, teniendo en cuenta que las reacciones ante la desigualdad económica dependen no sólo de qué tanta desigualdad se percibe, sino también de cómo esa desigualdad es percibida por las personas en su vida cotidiana, también nos planteamos responder la siguiente pregunta:
¿Cómo se percibe la desigualdad económica desde la perspectiva de las experiencias de vida cotidiana de las personas? Nuestro planteamiento general es que la percepción de la desigualdad económica interactúa con las ideologías que justifican el sistema para producir una mayor legitimación de la desigualdad. Concretamente, en esta tesis planteamos que: 1) la percepción de la desigualdad económica está asociada a una mayor aceptación de la desigualdad entre las personas que justifican más el sistema—las personas que creen más en la meritocracia y la igualdad de oportunidades; 2) percibir mayor desigualdad económica está asociada a un mayor apoyo a las políticas redistributivas entre las personas que justifican menos el sistema; 3) el grado de desigualdad que las personas están dispuestas a tolerar, puede suprimir el efecto de la desigualdad percibida sobre el apoyo a la redistribución de recursos; y 4) que la percepción de la desigualdad económica es un constructo multidimensional que incluye muchos factores del contexto y vida cotidiana de las personas, que no se reducen a la estimación numérica de cómo se distribuyen los recursos económicos monetarios.
La presente disertación se estructura en una parte conceptual, otra empírica y una final de discusión y conclusiones. En la primera parte, el capítulo 1 presenta el marco conceptual de referencia que hemos utilizado para abordar nuestra pregunta de investigación y cada uno de los constructos abordados en esta tesis: la desigualdad económica como fenómeno psicosocial, la percepción de la desigualdad económica, las ideologías que justifican el sistema, y el apoyo a la redistribución de recursos. En el capítulo 2 se presenta la motivación, preguntas de investigación, objetivos y planteamiento general de la tesis.
En la segunda parte presentamos el desarrollo empírico de la disertación. En el capítulo 3 desarrollamos la primera pregunta de la investigación y evaluamos si las ideologías que justifican el sistema—creencias en la meritocracia e igualdad de oportunidades—, exacerba la relación entre la desigualdad percibida y la desigualdad aceptada. Para probar esta idea, utilizamos datos de una encuesta internacional con muestras representativas de 41 países alrededor del mundo. Los capítulos 3, 4 y 5, abordan la segunda pregunta de la investigación a través de diferentes estudios correlacionales. Para ello se usaron datos secundarios de encuesta a nivel internacional, así como también realizamos estudios con población general y de estudiantes universitarios en un contexto altamente desigual, como por ejemplo el contexto colombiano. En los capítulos 6 y 7 desarrollamos la tercera pregunta de investigación, en donde exploramos de forma cualitativa y cuantitativa cómo se percibe la desigualdad económica en contextos económicos con diferentes grados de desigualdad, como supone el caso de Colombia y España.
En general, nuestros resultados confirmaron que la desigualdad económica percibida estuvo relacionada con la aceptación de la desigualdad económica y el apoyo a la redistribución de recursos. Encontramos que la percepción de la desigualdad económica estuvo positivamente relacionada con la aceptación de la desigualad económica y el apoyo a la redistribución, pero estas relaciones estuvieron moderadas por las ideologías que justifican el sistema. Por un lado, cuanto más desigualad económica percibida, mayor desigualdad económica fue aceptada, pero esta relación fue más fuerte entre las personas que aceptaron más las ideologías que justifican la desigualdad (e.g., creencias en la meritocracia e igualdad de oportunidades). Por otra parte, cuánto mayor fue la desigualdad económica percibida, mayor fue el apoyo a la redistribución de recursos, pero esto ocurrió sólo en las personas que rechazaron las ideologías que justifican la desigualdad, mientras que esa relación no tuvo lugar (o fue significativamente menor) entre las personas que sí creían en tales ideologías. También encontramos que la aceptación de la desigualdad económica (denominada en esta tesis como “desigualdad económica ideal”) contrarrestó el efecto de la desigualdad percibida sobre el apoyo a la redistribución. En línea con estos resultados, incluimos el status socioeconómico (SES) con el fin de ampliar el modelo evaluado anteriormente y encontramos que las personas de mayor SES apoyaron menos las políticas redistributivas debido a una mayor percepción y aceptación de la desigualdad económica. En los últimos capítulos empíricos, también mostramos que la desigualdad económica percibida se extiende más allá de la distribución numérica de recursos económicos monetarios, enfocándose más bien sobre las implicaciones de tales desigualdades en cuanto al acceso a oportunidades, capacidades y otros recursos sociales.
En la tercera y última parte, se discuten los resultados de acuerdo con cada una de las preguntas orientadoras de esta disertación. Discutimos el impacto de los estándares existenciales, tal como la desigualdad económica percibida, en la definición de los estándares ideales de la realidad. En otras palabras, las personas usan lo que ven como punto de referencia para hacer juicios sobre lo que debería ser. Argumentamos que esta asociación se debe tanto a mecanismos cognitivos como motivacionales. Desde una perspectiva cognitiva, las perosns usan la información disponible en su entorno para crear juicios y tomar decisiones sobre la realidad social. De este modo, hay una serie de sesgos cognitivos que favorecen el status quo, tales como el efecto de anclaje, encuadre, la mera existencia, e incluso algunos sesgos derivados de las medidas del constructo (e.g., Eidelman & Crandall, 2012; Eidelman, Crandall, & Pattershall, 2009; Pedersen & Mutz, 2018). Desde una perspectiva motivacional, las personas tienen una disposición a racionalizar y justificar el status quo (Friesen et al., 2018; Jost, Badaan, et al., 2018). Así, las ideologías también funcionan como una cognición social motivada que satisface necesidades psicosociales (control, seguridad, afinidad social) que contribuyen a (des)legitimar las desigualdades.
En general, nuestros resultados destacan la importancia de mecanismos psicosociales, tales como las percepciones e ideologías de la desigualdad, que trabajan en conjunto para legitimar el status quo y que perpetúan el círculo vicioso de la desigualdad económica. Sin embargo, estos mismos mecanismos también son claves para promover el cambio social. De hecho, corregir las percepciones de la desigualdad económica, así como proponer ideologías orientadas más a resaltar los procesos (e.g., oportunidades) que los resultados (e.g., ingresos económicos), podría ser una vía prometedora para crear intervenciones que incrementen la consciencia pública la desigualdad económica y fomente la participación ciudadana a favor de sociedades más igualitarias. Futuras investigaciones deberían continuar explorando la interacción entre factores situacionales, cognitivos y motivacionales que mantienen el status quo, con el propósito de encontrar nuevos caminos para romper círculos viciosos que deterioran el bienestar de los individuos y las sociedades.
Teniendo en cuenta que los capítulos empíricos se presentan en formato de artículos, de los cuales algunos ya han sido publicados o sometidos a evaluación, ciertos conceptos y problemáticas podrían repetirse en algunos apartados de esta disertación. Para ello hemos tratado de mantener el capítulo de la introducción conceptual de la tesis en una perspectiva más general, presentando los modelos teóricos sobre el tema de la investigación; mientras que en la introducción de cada capítulo empírico hay una presentación más exhaustiva de los antecedentes e implicaciones de cada pregunta de investigación. Así mismo, las referencias bibliográficas se han unificado en un único apartado al final del documento para evitar duplicidad en la información a lo largo del documento. Adicionalmente, en aras de aportar a las prácticas de la ciencia abierta, todos los artículos empíricos tienen asociado material suplementario (e.g. código para reproducir los análisis, datos brutos, tablas y figuras complementarias.), a los que se puede acceder libremente desde la plataforma virtual Open Science Framework a través del link de acceso que se proporciona en cada capítulo.
Finalmente, siguiendo los lineamientos del programa internacional de doctorado de la Universidad de Granada, algunas secciones están escritas en español, otras en inglés y otras están escritas en ambos idiomas.
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