El aumento en la esperanza de vida de la población y el envejecimiento de la misma, ha propiciado la aparición y avance de enfermedades asociadas a la edad, con una elevada prevalencia e importancia social. El envejecimiento es el principal factor de riesgo para el desarrollo de desórdenes metabólicos y enfermedades cardiovasculares, conformando estas últimas la principal causa de mortalidad en los países desarrollados, adquiriendo cada vez mayor peso en una población envejecida.
La nutrición, tiene un papel clave en cómo envejecemos y las patologías que se asocian a la edad. Cambios en los hábitos de vida, caracterizados por el sedentarismo, y patrones dietéticos occidentales, con alto consumo de grasas, dietas hipercalóricas y abundantes, propio de países desarrollados e industrializados, se han relacionado con problemas de obesidad y mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares, con la inflamación como parte fundamental del proceso.
La inflamación, es un proceso que focaliza elementos con función defensiva ante señales de peligro asociadas a daño o a patógenos. El problema aparece ante su cronificación, siendo un proceso común observado en diversas patologías asociadas a la edad y desórdenes metabólicos, por lo que se considera el nexo de unión entre numerosas enfermedades, el proceso de envejecimiento caracterizado por un fenotipo proinflamatorio intrínseco, y hábitos dietéticos característicos de países desarrollados. Se ha identificado al complejo proteico NLRP3-inflamasoma como una parte crucial para el inicio del proceso inflamatorio. Su activación, mediante mecanismos propios o externos, provoca activación de caspasa 1 y producción de IL-1β e IL-18, fundamental para el desarrollo de la inflamación.
Numerosos estudios han demostrado el papel de NLRP3-inflamasoma en el desarrollo de patologías inflamatorias asociadas al envejecimiento. En otras investigaciones se ha analizado la influencia de la dieta en el estado de salud general, mediante modificaciones dietéticas durante cortos periodos, pero ningún estudio ha tratado de reproducir, mediante una modificación de la dieta durante todo el periodo vital, la situación actual en países desarrollados donde hay un exceso de grasas y en la cantidad de ingesta.
En base a estudios previos, analizamos la importancia de la dieta y la inflamación en el desarrollo del proceso de envejecimiento y patologías asociadas, planteando el control y modulación de ambos factores como posibles vías terapéuticas para conseguir un envejecimiento saludable con prevención de patologías asociadas como la cardiovascular.
De nuestros resultados se concluye que la inhibición de NLRP3 atenúa el daño cardiaco asociado al envejecimiento y a una dieta hipercalórica, con prevención sobre el desarrollo de patologías inflamatorias a través de una mejora en la autofagia, con una mejor tasa reparativa y mejoría de los procesos metabólicos. Planteándose la inhibición de NLRP3 como posibilidad terapéutica para prevenir el desarrollo de enfermedades cardiacas y metabólicas, consiguiendo un mejor estado de salud durante el envejecimiento y aumentando la esperanza de vida.
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