Se ha descrito, que uno de los requisitos para obtener osteointegración (estabilidad biológica) es la de obtener estabilidad primaria o mecánica tras la colocación del implante dental. La estabilidad primaria depende principalmente de dos elementos: el protocolo de fresado y las características morfológicas del hueso. Por ello, el estudio de las características microestructurales del hueso así como los factores que puedan influenciarla deben de ser estudiados. De acuerdo con ello se realizan una serie de estudios in vivo con el propósito de estudiar la microarquitectura del hueso alveolar utilizando micro-TAC en las distintas zonas anatómicas de la cavidad bucal y correlacionarlos principalmente con el grado de atrofia, así como la influencia de la zona anatómica en el grado de estabilidad primaria y secundaria. De igual modo, con el objetivo de predecir las características morfológicas se tiene como objetivo evaluar la plausibilidad de utilizar la escala de grises obtenida por TAC de haz cónico (CBCT) para predecir la densidad ósea previo a la colocación del implante dental. La arquitectura de maxilar no atrófico no difiere significativamente entre localizaciones. En otras palabras, la densidad ósea en el maxilar anterior y posterior no atróficos es equivalente y por tanto previas clasificaciones tratando de enmarcar el maxilar posterior en un hueso de menor densidad no estaban en lo correcto.
Con respecto a la arquitectura del maxilar posterior atrófico, se ha demostrado que el estado de atrofia influencia significativamente la densidad ósea así como otros parámetros indicativos de microestructura alveolar. La implicación clínica es evidente: en sectores maxilares posteriores atróficos que requieren elevación del suelo sinusal para la colocación de implantes, se puede prever una menor densidad ósea que puede influenciar negativamente en la estabilidad primaria de los implantes dentales, especialmente si se colocan simultáneamente con la elevación del suelo sinusal. En la mandíbula posterior se ha demostrado que aun en un estado no atrófico, cuanto menos en la altura residual, menor es la densidad ósea. A demás, La tecnología tridimensional por tomografía computerizada de haz cónico (CBCT) permite discriminar por medio de la ‘escala de grises’ las distintas densidades del hueso alveolar. Por lo tanto, la utilidad preoperatoria del CBCT no sólo reside en la evaluación de la cantidad de hueso presente sino también en la densidad y estructura trabecular de este. De igual manera, en las crestas no atróficas, parece que hay una mayor estabilidad primaria (ISQ) en la mandíbula comparado con el maxilar.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados