Objetivos: Describir el procesamiento de la información somatosensorial en la mano de personas con Daño Cerebral Adquirido (DCA). Analizar las interacciones entre las diversas modalidades somatosensoriales y la función de mano para llevar a cabo actividades de la vida diaria (AVD), así como la discapacidad percibida por afectación del miembro superior (MS). Pacientes y Métodos: Se reclutaron pacientes con hemiparesia, para participar en un estudio transversal. Se evaluó la sensibilidad táctil superficial, el umbral del dolor a la presión (UDP), la sensibilidad profunda y la sensibilidad cortical combinada, por un protocolo estandarizado. Se realizó un análisis descriptivo y de independencia atendiendo a factores demográficos y clínicos. Se efectuaron análisis de correlaciones y de regresión, para ver las interacciones entre los componentes sensitivos y, la destreza manual, discapacidad percibida y autonomía en AVD. Resultados: Se valoró a 45 pacientes; 60% varones, con una media de edad de 52,76 años. El 66,7% con secuelas de Accidentes Cerebro Vasculares (ACV) y el resto de traumatismos Craneoencefálicos (TCE). Predominan los cuadros crónicos y de afectación izquierda (64%). Los pacientes con DCA sufren déficits somatosensoriales que se encuentra entre el 30- 80%, según la modalidad. Las mujeres presentan en el hombro hemiparético un UDP, significativamente más bajo que los hombres (p<0,001). Los pacientes con afectación del MS izquierdo, en el V dedo presentan mayor capacidad discriminativa (p<0,03). Menores umbrales de discriminación a la presión táctil en los dedos I, II y V, la propiocepción y estereognosis, son significativos, para la mejor destreza manual. Correlaciones significativas moderadas (p=0,001; r=0,60) se establecen entre esterognosis y la función manual medida por el test Jebsen&Taylor (J&T). La subprueba de esterognosis y el factor sexo, son predictores de mejor función manual. Asociaciones de modalidades somatosensoriales superficiales, profundas y corticales son predictoras de la función manual y de discapacidad percibida por afectación del MS. Conclusiones: Son muy frecuentes los déficits somatosensoriales en la mano post DCA. Se deberían realizar valoraciones más rigurosas de todas las modalidades somáticas por su implicación en la función manual. Los déficits somatosensoriales del MS y en concreto de la mano, influyen en la destreza manual y en la discapacidad percibida; además de ser predictoras de ambas. La importancia de la sensibilidad táctil en la mano y dedos y su función háptica, debería ser tenidos en cuenta para futuros estudios de investigación.
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