La urgencia de comprender la fuente de innovación se ha acentuado en las últimas décadas, debido a un fuerte incremento en la inestabilidad del entorno. Esta inestabilidad se manifiesta en la estructura de mercado, donde los líderes de hoy no serán los de mañana, en una confusión de las fronteras entre los sectores, con la que los competidores del mañana probablemente no provengan del mismo sector y un contexto macroeconómico altamente variable. Esto conduce a una capacidad de planificación estratégica mucho más limitada por parte de las empresas. Los indicadores que solían ser estables durante un determinado periodo de tiempo han dejado de serlo, obligando a las organizaciones a hacer planes cada vez más cortos. Se plantea la pregunta de cómo sobrevivir mejor en este contexto. Las empresas buscan formas para ser más adaptables y evitar que su ventaja competitiva se disipe con rapidez (Reeves & Deimler, 2011; McGrath, 2013).
Los estudios de organización de empresas y dirección estratégica siempre se han enfocado a buscar la forma de tener éxito en el mercado. La búsqueda de la ventaja competitiva es el santo grial de la disciplina y el mantenimiento de la misma lleva preocupando a los académicos de la materia desde sus inicios (Porter, 1985). En este sentido, se podría pensar que recae sobre ellos la responsabilidad de emitir recomendaciones útiles a los gestores de empresas en cuanto las decisiones a tomar para el buen funcionamiento de sus organizaciones. Al darnos cuenta del entorno cambiante y de la necesidad de hacer frente a éste con nuevos enfoques, resulta una obligación buscar una forma útil de diseñar organizaciones capaces de enfrentarse efectivamente al cambio. Mientras que la planificación estratégica clásica ha sido útil durante mucho tiempo, adolece de ciertas debilidades cuando se le roba el fundamento de un entorno estable (Martin, 2014; McGrath, 2013). Se sigue la línea de McGrath cuando afirma que hace falta un “nuevo libro de instrucciones para la estrategia” (McGrath, 2013).
El presente trabajo ofrece una profundización en la comprensión de las causas de la capacidad de adaptación de las organizaciones desde la perspectiva de la cultura corporativa. Como ya se mencionó con anterioridad y se profundizará más adelante, la cultura guarda gran potencial para la gestión integral de la organización en un entorno hipercompetitivo, ya que se espera que la clase de cultura que lleva a la empresa a ser innovadora (cultura de innovación), creará un sistema adaptativo. La gestión intencionada de la cultura sigue suponiendo un reto, aunque las contribuciones ya han sido diversas (Kotter & Hesket, 1992; Denison & Mishra, 1995; Lessem, 1992; Morcillo, 2007; Schein, 2004). Se trata de un elemento “blando” dentro de la gestión empresarial y con un efecto en el medio y largo plazo, cuyos orígenes frecuentemente resultan confusos. Esta investigación quiere aportar una herramienta de medición de la cultura de innovación que pretende facilitar la identificación de las características que definen este tipo de cultura, permitiendo así diagnosticar el ajuste de la cultura actual de una organización a este tipo de cultura y dar indicaciones sobre las áreas en las que actuar.
Más específicamente, planteamos como objetivo a validar las hipótesis enfocadas a la relación que existe entre la cultura de la innovación y la supervivencia a largo plazo. Se definen, por lo tanto, las hipótesis de la tesis como sigue: Hipótesis principal: La cultura de innovación es capaz de crear un sistema adaptativo que se muestra más resistente a los cambios del entorno y tiene la capacidad de generar ventajas competitivas renovadas, conociéndose en sí esta habilidad como ventaja adaptativa.
Hipótesis específicas: H1. La cultura de innovación está presente en empresas innovadores y es medible.
H2. La ventaja adaptativa proviene de una cultura de innovación.
H3. Las empresas que sobreviven en el largo plazo disponen de una cultura de innovación.
Las hipótesis presentadas en este apartado se examinarán mediante los trabajos de investigación (artículos 1,2 y 3) expuestos más adelante y que incluyen hipótesis más específicas.
Tabla 1 Resumen de artículos Título - publicación Hipótesis Tesis Hipótesis Artículo Resultados 1. Medición de la cultura de innovación: depuración con cuatro estudios de caso - Intangible Capital) H1. La cultura de innovación está presente en empresas innovadores y es medible.
La cultura de innovación es medible mediante la herramienta desarrollada.
Mejora de la herramienta propuesta.
Confirmación de la hipótesis específica y obtención de un cuestionario revisado para la medición de la cultura de innovación.
2. Adquisición de una Ventaja Adaptativa mediante la gestión cultural – Journal of Organizational Change Management H2. La ventaja adaptativa proviene de una cultura de innovación.
Existe fundamento teórico para la obtención de una ventaja adaptativa mediante la cultura de innovación.
Específicamente: H1: Las organizaciones innovadoras “viejas” Existe gran paralelismo entre los efectos de una cultura de innovación y las características de empresas con ventaja adaptativa. El contraste empírico de los factores identificados resultó en un perfil empresarial, según el cual las disponen de elevados niveles de experiencia.
H2: Las empresas innovadoras “viejas” tienen culturas que se asemejan a una cultura de innovación.
H3: Predomina el razonamiento por analogía, que según el CSI corresponde a un estilo cuasi-intuitivo o intuitivo.
empresas mayores de 50 años, con actividades innovadoras disponen de un acervo de experiencias relativamente alto, aunque no máximo. Asimismo, demuestran tener culturas similares a la de innovación, aunque sin un ajuste óptimo. Finalmente, las decisiones se toman de forma analítica más de intuitiva, rechazándose la hipótesis H3.
3. Cultura corporativa y supervivencia de la empresa innovadora Española – International Journal of Innovation Sciences H2. La ventaja adaptativa proviene de una cultura de innovación.
H3. Las empresas que sobreviven en el largo plazo disponen de una cultura de innovación.
H1: La cultura de innovación lleva a la empresa a conquistar una ventaja adaptativa.
H2: La ventaja adaptativa permite mejora la supervivencia empresarial en el largo plazo.
H3: La cultura de innovación tiene un efecto directo sobre el éxito empresarial sostenido.
La cultura de innovación tiene un efecto sobre la capacidad de sobrevivir a largo plazo de las empresas. Se distinguen dos tipos de empresas innovadoras, de más de 50 años y con cultura de innovación: aquellas con alta rentabilidad económica y aquellas con baja. El efecto de la cultura de innovación sobre la creación de una ventaja adaptativa no queda probado, debido a que aquellas empresas con una rentabilidad económica más elevada puntúan más bajo en la herramienta de medición.
Como podemos ver, cada uno de los artículos ha tratado de responder a una de las hipótesis específicas planteadas en esta tesis.
Podemos destacar como primer resultado el obtenido en el artículo 1, titulado Medición de la Cultura de Innovación: Depuración con Cuatro Estudios de Caso. En este trabajo se buscaba responder a la hipótesis específica, H1 La cultura de innovación está presente en empresas innovadoras y es medible. Como resultado, se pudo generar una herramienta de medición de la cultura de innovación, en base a los indicadores propuestos por Morcillo (2007). Se pudo concluir en este punto que la cultura de innovación está presente en empresas innovadoras y que es medible, probándose así la hipótesis específica H1.
Seguidamente, el segundo trabajo ofrece una contrastación parcial de la hipótesis H2. La ventaja adaptativa proviene de una cultura de innovación. Se puede decir que el perfil de empresa descrito en el trabajo apunta a una existencia de culturas relativamente similares a la cultura de innovación, pero no completa. Pudo verse que las empresas “viejas” (de al menos 50 años) e innovadoras disponen de un acervo de experiencia amplio, pero también menor del esperado y con una toma de decisiones más bien analítica. Esta confirmación parcial no invalida continuar con el estudio. Todo lo contrario, muestra la necesidad de ampliarlo para poder comprender mejor la incidencia de la cultura de innovación sobre la supervivencia empresarial. Nos encontramos, por lo tanto, en el punto en el que la cultura de innovación se ha podido medir, se ha encontrado una relación teórica sólida entre cultura de innovación y capacidad de adaptación y se ha identificado un perfil de empresa en el que la cultura de innovación cobra cierta importancia. Esto nos permite afirmar que hay relación clara entre cultura de innovación y ventaja adaptativa, pero que aún debemos conocer su incidencia en una población mayor de empresas para considerar las conclusiones generalizables.
En el tercer trabajo de investigación publicado bajo el título Corporate culture and long term survival of spanish innovative firms (Cultura corporativa y supervivencia a largo plazo de la empresa innovadora española) se obtuvo el resultado de que la gran mayoría de las empresas estudiadas resultaron tener culturas corporativas muy acordes con una cultura de innovación. Por lo tanto, se concluyó que la cultura de innovación tiene un efecto positivo sobre la capacidad de supervivencia de las empresas a largo plazo. Por el contrario, el efecto de la cultura sobre la creación de una ventaja adaptativa no pudo ser probado. Esto llevó finalmente a rechazar la hipótesis específica H2. La ventaja adaptativa proviene de una cultura de innovación.
Sin embargo, sí se pudo validar la hipótesis específica H3. Las empresas que sobreviven en el largo plazo disponen de una cultura de innovación, ya que la gran mayoría de las empresas estudiadas demostraron tener culturas similares a la de innovación. Se sospecha que el aprovechamiento de la cultura de innovación para la generación de la ventaja competitiva es diferente para cada organización y se espera que depende de un conjunto adicional de factores que impactan sobre ésta.
Finalmente, y tomando en cuenta el contraste de las hipótesis específicas llevado a cabo en los diferentes artículos que componen esta tesis doctoral, se puede hablar de una validación parcial de la hipótesis principal: La cultura de innovación es capaz de crear un sistema adaptativo que se muestra más resistente a los cambios del entorno y tiene la capacidad de generar ventajas competitivas renovadas, conociéndose en sí esta habilidad como ventaja adaptativa.
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