Esta tesis doctoral desarrolla un lenguaje curatorial para la elaboración de una propuesta de comisariado artístico que permita reflexionar en torno a las formas temporales en el contexto digital. La mediación tecnológica, por lo tanto, estructura el acercamiento a la cuestión, y se asume como configuradora de maneras diferentes de vivir el tiempo. Ya en el inicio de la investigación se intuyó que la simultaneidad mediada tecnológicamente, por sus diversos y múltiples formatos, podía aglutinar diferentes vivencias del tiempo, de manera que la investigación ha girado en torno a la simulatneidad. Se ha tratado de hacer un ejercicio dialéctico para exponer los problemas que suscita y sus potenciales cualidades, tanto en el ámbito artístico como en la cotidianidad. Así, la propuesta se realiza a través de dos dispositivos, uno que atiende a las praxis teórica y otro a la artística, y se configura en dos capítulos centrales, estructurados homólogamente.
Tras un primer capítulo introductorio –que ubica el origen de la investigación, los objetivos y preguntas principales, el desarrollo y la metodología empleadas–, en los capítulos II y III se despliegan ambos tipos de prácticas. El capítulo II empieza con una breve introducción que trata de la dificultad de relatar los modos de vivir con y en el tiempo, y a continuación se aproxima a las diversas experiencias temporales cruzando autores que se refieren a ellas con proyectos artísticos concretos. El acercamiento se realiza mediante parejas de conceptos que remiten a la simultaneidad desde la relación entre lo efímero y lo permanente, desde la vinculación del tiempo con el espacio y desde la paradoja de la aceleración y la escasez temporales. También se dedica un apartado a la instantaneidad y a la atemporalidad. En lo que se refiere a la simultaneidad, ésta se trabaja desde la interactividad, desde la hibridación de medios y de contenidos, y finalmente como multitemporalidad. La propuesta curatorial propiamente dicha (capítulo III) se articula como el capítulo anterior, pero esta vez mediante una selección de propuestas artísticas que permiten ahondar en la complejidad de las preguntas iniciales que impulsaron la investigación.
La tesis doctoral finaliza con un último capítulo que abre el campo para referirse a aquellas discusiones que involucran un ámbito más general a partir de las particularidades que se han trabajado en los anteriores capítulos.
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