El estudio de las asociaciones de foraminíferos (planctónicos y bentónicos) revela que, durante el último ciclo glacial, el Mediterráneo Occidental sufrió cambios climáticos y oceanográficos debidos a la variabilidad milenaria registrada durante el mismo y marcada por los eventos Heinrich y los ciclos Dansgaard-Oeschger.
Considerando las asociaciones de foraminíferos planctónicos, se puede decir que para el periodo glacial, las mismas varían según la ciclicidad Dansgaard-Oeschger, de tal manera que durante los estadiales se registra microfauna que marca condiciones de baja temperatura del agua superficial y un incremento en la turbulencia de la columna de agua, mientras que durante los interestadiales la asociación está dominada por microfauna de ambiente cálido y productivo. Destacar que para los eventos Heinrich se presentan incrementos de la especie Neogloboquadrina pachyderma (dextrógira) que pueden ser atribuidos a la entrada de agua de fusión, lo que supondría una estratificación en la columna de agua con desarrollo de un Máximo de Clorofila Profundo (DCM -Deep Chlorophyll Maximum-).
Ya en el interglacial se han reconocido las mismas condiciones oceanográficas que se dieron en el Mediterráneo Oriental durante la formación del sapropel 1, con estratificación en la columna de agua y desarrollo de un DCM, tras lo cual las condiciones oceanográficas se restablecen, registrándose una microfauna planctónica típica de mar cálido.
Por lo que respecta a la asociación de foraminíferos bentónicos, permite dividir el periodo glacial en dos subperiodos: superior e inferior. Para el glacial inferior la asociación registra la variabilidad Dansgaard-Oeschger, de tal manera que durante los estadiales se puede observar un incremento en la epifauna, característica de ambientes con alta oxigenación, lo que indicaría unas condiciones de mejor ventilación en la cuenca debido al clima más frío y seco registrado.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados