El síndrome de intestino corto se pone de manifiesto cuando se produce una pérdida extensa de la capacidad de absorción, con un cuadro caracterizado por una intensa diarrea y desnutrición. No se puede hablar de síndrome de intestino corto como de una entidad clínica bien definida, sino más bien como de un conjunto de signos y síntomas clínicos. La gravedad del cuadro producido dependerá de la extensión de la resección del intestino delgado, la localización, la conservación de la válvula ileocecal y de la capacidad adaptativa del remanente intestinal.
Desde hace relativamente poco tiempo, se ha demostrado que el intestino es uno de los principales órganos endocrinos, liberador de numerosos péptidos con diferentes acciones y en íntima relación con el sistema nervioso autónomo. Los péptidos gastrointestinales no se producen uniformemente en todo el tracto digestivo, por lo que resulta evidente el carácter pronóstico que tiene la resección de uno u otro segmento intestinal.
Por otra parte, la administración de nutrientes mediante nutrición enteral de absorción alta o la nutrición parenteral domiciliaria va a permitir una importante reducción de la morbi-mortalidad que presentan estos pacientes. Estas posibilidades han incrementado con el estudio de la fisiopatología intestinal y en especial de los mecanismos de adaptación de la mucosa intestinal.
De la revisión detallada, que hemos realizado de la bibliografía, no hemos encontrado datos concluyentes sobre cuales son los niveles basales de hormonas gastrointestinales en la rata, a pesar de ser este animal un modelo experimental muy utilizado para el estudio del intestino corto.
Así mismo el carácter de relación interna entre las diferentes hormonas con funciones agónicas y antagónicas interrelacionadas y la controversia existente en la literatura respecto a la variación en cada una de ellas, hace, a nuestro juicio, de gran interés, la det
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