En la era sociopolítica en que vivimos, salpicada por el auge de la economía global, se ve en el artista terciario una responsabilidad que le lleva a un cambio de posiciona miento desde donde combate las pérdidas (en su terminología más amplia) de la so ciedad.
Creo que es el momento idóneo para cuestionarnos todas las estructuras que actúan como paraguas en el arte contemporáneo, desde las propias prácticas, pasando por los lugares de exhibición o producción, hasta los centr os pensados para la formación de futuros creadores.
Después de las superproducciones artísticas, deriva del auge económico, aparece, aunque viene de lejos, un arte más precario y autogestionado etiquetado con el angli cismo de do-it- yourse/f . Y es desde estas prácticas donde se desarrollan estrategia s que combaten directamente las estructuras dominantes.
En el caso que nos ocupa, en las estrategias de reactiva ción urbana, ya no cabe hablar de artista sino de iniciador, de la misma manera que la implementación substituye a la producción de autor. I niciador a modo de accionismo individual y anónimo que se muestra como mecanismo de insurrección. Una autoría desplazada en la ofrenda de accione s emancipadoras y productoras del lugar común, es decir, productora de calle. Con la implementación lo que se busca es una experiencia, una toma de posición, lo que podemos denominar como esfera de la experiencia. Esta experiencia consiste en la necesidad de recuperar lugares y relaciones para reconfigurar material y simbólica mente el territorio común, poniendo en relación los cuerpos, los imaginarios, los espa :ios y los tiempos. Ésta se inserta en la vida cotidiana en busca del encuentro que brinda la copre sencia, entendiéndose como un cambio de paradigma, pasando del jevenir-vida del arte al devenir-arte de la vida cotidia na.
Entonces podem os afirmar que el art e sublime de las form as producidas es substituid o por unas formas de arte que se mueven entre el accionismo disidente y la tr anstopía. Un art e modesto de comport amient os, relaciones y momentos implementados para 11ejo r comunicación con el espectador/ ciudadano. De la misma manera que podemos jecir que emerge una nueva "clase" de art ista que ofrece servicios, y no exclusiva- 11ente ob ra s y exposiciones propias, podemos definirl o como un agente activo que :rea marcos de pensamiento.
:n definitiva, estas estrategias de lo precario necesitan muy poco, tan solo lo existen :e. Necesita la realidad que está ahí y te encuentras. Es en cierto sentid o una postura Jolítica que nos recuerda que el arte puede surgir en cualquier momento y en cual uier lugar, el aquí y el ahora, en palabras Benjaminianas tiempo-p leno, tiemp o ihora . Es la práctica de transformar objetos y situ aciones cotid ianas, y a su vez tr ans 'ormar el paso del tiempo y la forma en que asimilamos la economía y la política.
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