El cáncer de colon (CC) es el tercer tipo de cáncer más frecuente a nivel mundial y representa la segunda causa de muerte por cáncer en hombres y la tercera en mujeres. La mayoría de los CC tienen un origen esporádico a partir de un pólipo benigno que progresa a un adenocarcinoma maligno debido a la acumulación sucesiva de determinados cambios genéticos y epigenéticos. El principal factor pronóstico para la recaída y la supervivencia en el CC es el estadiaje de la enfermedad, siendo el estadio III el que está asociado a mayor riesgo de recaída y peor supervivencia. El tratamiento más adecuado en función de las características clinicopatológicas de cada paciente es una cuestión controvertida y en constante evolución, sobre todo para los pacientes en estadio II. Por eso actualmente está adquiriendo gran importancia el estudio de nuevos biomarcadores pronóstico, como los exosomas y los RNAs no codificantes pequeños, mediante biopsia líquida para diseñar un tratamiento personalizado más eficiente.
Los exosomas son vesículas extracelulares (30-100nm) que pueden favorecer el desarrollo tumoral mediante la transferencia de moléculas empaquetadas en su interior, como miRNAs y proteínas, a las células normales receptoras. Se ha descrito que más del 40% del contenido exosomal corresponde a miRNA, la expresión anómala de los cuales se ha relacionado clásicamente con el proceso tumoral.
El trabajo presentado nos ha permitido valorar la utilidad de los exosomas y los miRNA como marcadores pronóstico en el CC. En el estudio piloto con muestras de pacientes con CC, se ha obtenido que altos niveles de miR-21 en la vena que drena directamente el tumor primario, la vena mesentérica (VM), se asocian a un peor pronóstico en términos de supervivencia libre de enfermedad. Estos resultados se ampliaron al analizar 754 miRNAs en VM y vena periférica (VP) de pacientes quirúrgicos de CC de estadios I-III con el objetivo de obtener un perfil de miRNAs asociado a valor pronóstico. Los resultados indican que altos niveles de let-7g, miR-15b, miR-155 y miR-328, en VM asocian a peor pronóstico en términos de tiempo a la recaída, mientras que, de forma interesante, se obtienen resultados inversos al analizar los mismos miRNAs en VP. Estos resultados sugieren que el tumor primario de colon libera altas concentraciones de miRNAs y exosomas a través de la VM y estos niveles quedan relativamente diluidos en la circulación periférica. Este hecho destaca la importancia de obtener marcadores sanguíneos antes de colonizar el órgano diana.
A continuación se aislaron y caracterizaron exosomas de VM y VP de los pacientes de la serie estudiada mediante un análisis proteómico destacando su enriquecimiento en la proteína ECM1. Paralelamente se confirmó la presencia de miRNAs (let-7g, miR-15b, miR-155 y miR-328) en su interior mediante PCR quantitativa a tiempo real. El subgrupo de pacientes que desarrollaron metástasis, especialmente hepática, presenta altos niveles de miR-328 y proteína ECM1 en el interior de los exosomas procedentes de la VM en comparación a la VP. En base a estos resultados previos, se procede a indagar el efecto de miR-328 sobre sus genes diana putativos para profundizar en el mecanismo molecular que ejerce miR-328 durante el proceso carcinogénico del CC. Se ha podido comprobar que miR-328 inhibe directamente SLC2A1 / GLUT1 en dos líneas celulares de CC, LOVO y SW480, sugiriendo que miR-328 podría ser un elemento clave para modular las características metabólicas del microambiente y favorecer la formación del nicho premetastásico, probablemente participando en el desarrollo del efecto Warburg.
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