La intoxicación hace referencia a la enfermedad consecuente a la injuria ejercida por un agente tóxico sobre un organismo vivo. Las lesiones que se producen pueden variar desde los mínimos efectos locales hasta la muerte. En la práctica, toda intoxicación debe ser considerada como la suma de una serie de eventos que se inician con la exposición al tóxico y siguen con su penetración, distribución y eliminación o retención. Por lo tanto, el agente tóxico podrá suscitar daño siempre que alcance su correspondiente receptor biológico a una concentración suficiente.
Inicialmente el hombre tuvo que enfrentarse y adaptarse a toda clase de riesgos, entre ellos los venenos naturales, pero el hombre no se limito a tratar de distinguir y evitar las plantas que podían envenenarlo sino que aprendió a buscar remedios y a tratar las intoxicaciones que generalmente sufría de forma accidental y a rechazar aquellas plantas que podían envenenarlo. Así empezó a conocer y utilizar sustancias que podían aliviar sus dolencias o modificar su estado de ánimo El periodo greco-romano se caracteriza por la racionalización en el quehacer toxicológico separándose las plantas beneficiosas de las tóxicas, por el incremento del uso social del veneno y la aparición de los primeros intentos de lograr el antídoto universal.
En la época romana destaco el abuso de los venenos en su vertiente homicida, además las grandes figuras de la medicina romana contribuyeron al desarrollo de la toxicología a través de sus obras de recopilación Se sigue una época continuista destacando el nacimiento en la edad media de la alquimia, gran precursora de la química.
En el Renacimiento con el comercio con el Lejano Oriente aparecen nuevas sustancias. Cabe citar aquí las aportaciones de Paracelso ya que fue el primero en afirmar que los agentes tóxicos eran de naturaleza química, y la relación entre su estructura química y la toxicidad; diferenciando las propiedades terapéuticas de las tóxicas de una misma sustancia y afirmando que sólo la dosis determina que una sustancia se comporte como un veneno o como un remedio Durante los siglos XVIII y XIX se inicia la construcción de la Toxicología científica actual; el desarrollo de la Química con el aislamiento de principios activos y la síntesis de nuevos productos.
Mateo Orfila es una de las grandes figuras de este tiempo y de la toxicología, En 1813 publica el famoso Traité des Poisons en Toxicologie Generale y propone a la Toxicología como disciplina independiente del resto de los saberes médicos.
Durante los siglos 19 y 20 nace el sistema de análisis toxicológico, se establecen las diferencias entre la acción farmacológica y la acción tóxica y por fin gran revolución para el análisis toxicológico llega con la cromatografía.
En relación con la terapéutica en Toxicología, los avances más decisivos se han producido en la segunda mitad del siglo XX, Así, Dupuytren y Physick aplicaron una sonda nasogástrica como método extractivo, Bertrand y Touery propiciaron el uso del carbón en toxicología y Nilsson y Clemmesen desarrollaron el método escandinavo. Aparecen nuevos antídotos disponiendo en la actualidad de más de 20 sustancias de capacidad antidótica intrínseca.
Así pues Las intoxicaciones son en la actualidad un hecho de gran importancia sociológica y clínica que no admite comparación con tiempos pasados. Anteriormente, los problemas toxicológicos estaban limitados al contacto de modo intencional (homicidio, suicidio) o accidental con el tóxico. Posteriormente apareció el riesgo en el medio de trabajo, y la dependencia nociva de sustancias tóxicas.
Pero en nuestro tiempo y esto le confiere el aspecto diferenciador con respecto a otras épocas asistimos a un hecho nuevo: el incremento de la población expuesta, ya no solo por la o el desarrollo del mercado farmacéutico o el del as drogas ilegales de uso recreativo sino por la creciente expansión industrial y la importancia de la toxicología ambiental, pudiendo decir que la intoxicación aguda y crónica es una de las grandes epidemias de nuestro siglo.
A la vez se han producido numerosos avances, y así pese a las evidentes dificultades que presenta, en los últimos años se viene realizando en el Estado un importante esfuerzo con el objeto de valorar la incidencia real de la intoxicación aguda en nuestro medio. En este contexto se debe enmarcar nuestro trabajo.
Como los precursores de este trabajo es interesante el estudio de Pueyo que en su Tesis Doctoral de 1985, analiza los aspectos médico-legales y toxicológicos más relevantes aparecidos en la Gaceta Médica Catalana a finales del siglo XIX que con algunas diferencias son similares al resto de países de nuestro entorno.
El estudio de Nolla es el primer trabajo sobre epidemiología toxicológica publicado en España en el siglo XX. Se realizó en el Hospital Clinic i Provincial de Barcelona en el periodo de 1951- 1955, incluyendo los pacientes intoxicados que requirieron ingreso hospitalario. Este autor compara sus resultados con los obtenidos por Moeschlin en Suiza.
Veinte años después Millá et al estudian novecientas dieciocho intoxicaciones atendidas durante el año 1975 en el Hospital Clinic i Provincial de Barcelona.
Desde 1951, año de la primera publicación de Nolla, se han publicado numerosos artículos en revistas científicas y algunas Tesis Doctorales con el objeto de describir la situación de la intoxicación aguda en nuestro país. Podemos citar varios trabajos donde se realiza un estudio descriptivo y prospectivo de las atenciones realizadas en un periodo más largo; en concreto, los trabajos llevados a cabo en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Hospital Clinic de Barcelona, Son Dureta en Palma de Mallorca, los trabajos de Caballero y Dorado Pombo en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, o el estudio SEMESTOX en el año 2000 como representante de estudios multicéntricos a nivel nacional.
Como saben las urgencias en Toxicología hacen referencia a problemas agudos derivados del contacto, uso y consumo de medicamentos, drogas y otras sustancias tóxicas bien sean de origen animal, vegetal o sintético. Dentro de este concepto debemos incluir desde las consultas domiciliarias en atención primaria, las consultas relacionadas con los servicios de información toxicológica, las realizadas a los servicios de urgencias prehospitalarios y las cada vez más frecuentes consultas en los servicios de urgencia hospitalaria. Sin embargo a pesar de que existen numerosas publicaciones sobre este problema sanitario, nos encontramos que existe una gran variabilidad metodológica; amplia heterogeneidad en cuanto a los objetivos de los estudios, en la propia definición o concepto de intoxicación aguda, en las edades de los pacientes, los tipos de tóxicos que se registran y en el método de recogida de datos entre otras variables que nos hace difícil realizar comparaciones.
Como observadores de esta situación, numerosos autores y expertos han puesto de relieve la necesidad de realizar un nuevo avance en el campo de la Toxicología clínica. Las líneas futuras que deben marcar estos estudios epidemiológicos, cada vez más frecuentes, deben tener en cuenta la creación de un verdadero sistema de registro común, con la implementación de una hoja de registro consensuada, con una anamnesis dirigida y unas pruebas mínimas comunes que nos pongan en el camino de un verdadero registro de toxicovigilancia que marque las tendencias y el perfil evolutivo de estos pacientes. La cumplimentación de estas líneas obviará la heterogeneidad de nuestros estudios y permitiría intentar anticiparnos a los cambios que se produzcan.
El acuerdo entre la Sección de Toxicología Clínica de la Sociedad Española de Toxicología y el Gobierno de España, que ya data de 1999, para recabar información sobre exposición o intoxicación por productos químicos con expresa exclusión de fármacos y drogas de abuso, es un primer paso para sensibilizar a la Administración de que la presencia de estos estudios es una valiosa arma para enfrentarnos a los cambiantes y numerosos problemas que nos depara el futuro en este campo.
Por otra parte como medida de evaluación de la calidad asistencial, actualmente parámetro inexcusable en la valoración de un sistema sanitario, tenemos a nuestra disposición una serie de indicadores específicos (24) que han sido consensuados por distintos hospitales y asumidos como documento institucional de la Asociación Española de Toxicología Estos indicadores nos permiten contrastar periodos previos y futuros de la misma unidad asistencial, auditar los procesos realizados, comparación con otras áreas de actividad asistencial y valorar las medidas correctoras que se apliquen.
Nuestro estudio analiza de forma prospectiva desde el punto de vista sociológico, epidemiológico, clínico y terapéutico todas las intoxicaciones agudas en adultos (mayores de 14 años) asistidas durante un año natural en un servicio de urgencias de un hospital de tercer nivel de un área predominantemente urbana y así actualizar el conocimiento de la realidad de la intoxicación aguda en nuestro entorno.
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