El presente trabajo desarrolla una metodología para gestionar la energía de flotas de vehículos eléctricos evaluando dos tipos de configuraciones. La primera se refiere a la de un tren propulsor híbrido con pila de combustible (configuración batería–pila), que corresponde a un vehículo eléctrico de autonomía extendida. Este sistema incluye dos fuentes de almacenamiento de energía: el primero es el de un paquete de baterías de plomo–ácido con una capacidad de 5,04 kWh, mientras que el segundo consiste en una botella con hidrógeno almacenado en hidruros metálicos y su uso mediante una pila de combustible de membrana polimérica de 200 W de potencia. La segunda configuración del tren de potencia se refiere a la de un vehículo eléctrico puro propulsado por baterías, para este caso se ha optado por baterías de litio–hierro fosfato con una capacidad de 324 kWh.
Para obtener los resultados se ha partido de medidas experimentales de ciclos de conducción con sus correspondientes perfiles de altura. Se han planteado las prestaciones de los vehículos y se ha desarrollado un modelo de simulación con una herramienta de software para cada tipo de configuración del tren propulsor. De esta manera se han obtenido datos de consumo de energía y de combustible a través de cada ciclo de conducción.
La parte final del trabajo muestra los resultados desde dos puntos de vista. La configuración hibrida con pila de combustible se plantea como una solución energética a una aplicación de movilidad específica, mientras que la configuración eléctrica pura está más enfocada hacia la movilidad sostenible en el ámbito urbano.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados