Hablar hoy en día de emociones y sentimientos significa estar atendiendo a un tema que posee una fuerte actualidad, principalmente motivada por los estudios que las neurociencias han realizado en este campo. ¿Por qué sucede la reactualización del tema de las emociones y los sentimientos? Tal vez se está respondiendo finalmente al diagnóstico que Ortega y Gasset hiciera allá por el año 1927 en su ensayo Estudios sobre el corazón. Según Ortega se ha privilegiado por mucho tiempo el grueso repertorio de hechos, la acumulación de ciencias, noticias y saberes del mundo por medio de los cuales se ha pulido la técnica, pero se ha abandonado por completo el cultivo de otras zonas del ser humano que no son la razón. En consecuencia, se ha dejado a la deriva al corazón sin una disciplinada investigación y sin pulirlo sobre el haz de la vida.
En nuestro caso la convicción que motiva este trabajo es que desde nuestro punto de vista, cualquier investigación realizada en filosofía práctica debe considerar la vida afectiva en tanto se constituye en una dimensión relevante dentro del comportamiento humano.
En consecuencia, el objetivo general de este trabajo es el siguiente: identificar el estado actual de la cuestión sobre las emociones y los sentimientos en el campo de las ciencias y aportar desde diferentes perspectivas filosóficas a la comprensión más cabal del fenómeno afectivo dentro la racionalidad práctica y la volición, para aplicar dicha comprensión a la posibilidad de lo que denominamos esbozo de una ciudadanía experiencial.
Intentamos alcanzar el objetivo de investigación dividiendo la tesis en tres partes fundamentales. En la primera parte analizaremos los diferentes enfoques que dentro de la ciencias se utilizan para investigar sobre las emociones y los sentimientos. Intentaremos dar con algunas notas distintivas que nos permitan proponer nuestra propia manera de entender las emociones y los sentimientos dentro de una comprensión de racionalidad sentiente y no solamente lógica. Continuando, complementaremos las teorías científicas sobre las emociones y los sentimientos, aportando desde la filosofía una visión ética intersubjetiva del fenómeno afectivo. Finalmente, en este primer apartado sugeriremos que las emociones y los sentimientos son fenómenos que están originariamente vinculados a la creencia, que como sustrato vital y significante, exige un tratamiento fenomenológico.
En la segunda parte, recurriremos a la fenomenología de la voluntad de Paul Ricoeur para descubrir que la vida afectiva es parte ineludible de una voluntad que se relaciona dialécticamente con la corporalidad en su dimensión involuntaria. Descubriremos que el cuerpo es la fuente desde la cual brota toda forma primaria de afectividad. El interesante punto de vista fenomenológico de Paul Ricoeur nos ayudará a decir que gracias a las emociones y los sentimientos, se no hace patente un agente que cuenta con un modo de racionalizar que lo convierte en un sujeto encarnado, experiencial y no tanto en un “cogito” cartesiano que llega a pensamientos siempre claros y distintos. Como no puede ser de otro modo, el agente humano vive la experiencia de ser afectado emocionalmente en el ejercicio de su voluntad. La voluntad es encarnada, emocionalmente afectada y desde esa realidad emerge el agente con su “poder querer” y su “poder hacer” un proyecto vital que se materializa en acciones que responden a motivaciones.
Para concluir en la tercera parte de esta tesis doctoral esperamos dar cuenta de la posibilidad de construir una ciudadanía experiencial. Siguiendo el punto de inflexión a la que nos ha conducido la filosofía de la voluntad de Ricoeur, pretendemos explorar diferentes aspectos constituyentes de una racionalidad práctica encarnada, en la construcción de un proyecto de ciudadanía experiencial. Primero estudiaremos la simpatía como un medio de cohesión social y política. Después propondremos la perspectiva de Paul Ricoeur sobre la imaginación como un medio para repensar el poder político. A continuación analizaremos el concepto de la razón cordial de Adela Cortina en la medida que nos permite pensar una ética en situación, impregnada de historicidad que nos faculta a discernir éticamente, combinando las normas éticas (a las que se llega mediante una racionalidad discursiva) y el sentir afectivo y valorativo, propio de la dimensión cordial de nuestra razón. Por último al concluir este apartado daremos cuenta de una práctica concreta de ciudadanía experiencial a partir del trabajo que se realiza en la Universidad de Lincoln, Reino Unido, institución que amablemente nos acogió en una estadía de investigación dentro de nuestro proyecto doctoral. En Lincoln hace bastante tiempo se trabaja con el sector del voluntariado y las organizaciones comunitarias para el desarrollo e implementación de estrategias que promueven un tipo de gobierno institucional participativo que se inspira en las teorías educativas de Paulo Freire y toma muy en cuenta las bases organizacionales de la ciudadanía.
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