Del problemaSe nos hace necesario para este comienzo realizar una aproximación cercana y atenta a cuanto nos rodea, abordar la apariencia de lo cotidiano y dejarnos sorprender por ella, �mirar hacia la derecha y la izquierda sin gafas�; tanto como atender a actitudes que tienen �una consideración de la literatura como escenario donde ordenar la experiencia vivida�. Así caracterizaba su obra -en una noticia de agencia recogida el día de su designación- John Michael Coetzee, el escritor sudafricano galardonado con el Nóbel de Literatura. Acercamientos e interpretaciones que, como conjunto de acciones reunidas en pocas páginas, den forma a un soporte refl exivo y vital para nuestro hacer arquitectónico y cuya expresión última no proviene sino de la misma activación de la memoria, al componerse con la estructura de expectativas de cada momento. Pero esta decisión puede ser inalcanzable porque, ¿de qué tamaño es hoy el escenario de nuestra vida y de nuestras acciones cuando el orden de lo global nos aplasta y las identidades de lo local nos asustan?, ¿de qué naturaleza son o cuál es la materialidad de los objetos y elementos en los que radica la conciencia de nuestra pertenencia al mundo?, ¿de qué modo se manifi esta la estructura de su espacio formal? ¿Cómo actuar? Quizás, como plantea Michael Houellebecq en su Ampliación del campo de batalla, �...Hay un camino a recorrer y hay que cogerlo, pero no hay viajero. Hay actos, pero no hay actor�. Quizás, con acciones y dispositivos que desvelen las energías de nuestros territorios familiares, como Solano con su �Avena loca�.Son éstas preguntas que irán despejándose parcialmente a lo largo de este escrito, concitando lecturas trasversales por caminos diversos, llamadas laterales que siguen el juego sugestivo de lo intuitivo o el azar de la memoria cansada. Como primera aproximación, entonces, figuremos un escenario donde poder ordenar la experiencia vivida, remitiéndonos a la comprensión de lo más cercano y al particular bloque de sensaciones que lo caracteriza.Desde esta posición relativa, podremos empezar a aunar algunos jirones de esos mundos impropios que nos envuelven, a señalar las propias �afinidades electivas� �o selectivas- iluminados por la obra de Goethe y los comentarios de Benjamin en su ensayo sobre la misma. Lo haremos, aprendiendo de Juan Navarro Baldeweg ��la obra es una sección de la realidad y el proyecto es una sección�- a través de diversas secciones.
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